Sin animo de revancha.

El titulo de hoy viene a cuento porque parece que en este país nuestro, siempre qué opinas sobre un tema en concreto, rápidamente te cataloga  la mente calenturienta de turno. Si criticas al gobierno, eres de izquierdas, si destacas algo bueno -que parece que lo tiene- de, por ejemplo- Podemos, ya eres venezolano radical, bolivariano y lo que se le ocurra. Vamos que no entendemos de posiciones intermedias. Sin reflexión, a la española, por la tremenda. Tal vez -pienso yo- que será porque nos falta una auténtica cultura democrática.

Vamos, que los que como yo, ya hace años que peinamos canas, que somos de esa generación que algunos llamaron «X» o pérdida en un amalgama de ideas. Los que conocimos la dictadura del general y en la adolescencia madura pasamos a la democracia, a la libertad peleada. Esa generación de la que me siento muy, muy orgulloso, a pesar de que muchos se quedaron en el camino por culpa de la maldita droga. Que hizo mucho daño el maldito «caballo». Pero que también supimos superar las tentaciones, y hoy muchos ya son abuelos. Una generación que ahora estos gobernantes desprecian dejándola en esa especie de limbo indefinido del maldito paro. Demasiada experiencia acumulada de desengaños laborales, pero noble y tan eficaz o más que cualquier otra.

Ahora que vemos este panorama español de corrupción generalizada, de administraciones públicas y autonómicas burocratizadas al máximo. Que sí, que en pleno siglo XXI, en plena revolución tecnológica se emplean mas papeles que nunca. Que hay veces que en las cabinas de los camiones van mas papeles que mercancía en el remolque. Papeles que en la gran mayoría terminan en la basura del reciclaje para volver meses después a viajar en otra cabina de un camión. Ahora, decía, cuando opinas luego te cuelgan la ideología política. Como si no hubiera más que blanco o negro, sin grises intermedios, ni blancos que no lo son tanto.

Total -que me lío- que veo con estos ojos como gente de mi misma generación que eran de los de la hoz y el martillo y el rojo de fondo, mira tu por donde, ahora son de los de la gaviota o peor aun. Vuelve a adorar y ha echar de menos al generalito. Cuando, es curioso, les recuerdas el día que murió y casi el cien por cien te dicen que lo mejor fué que aquel día se suspendieron todas las clases. Tienen bemoles las cosa. Como cambia el personal. Esta claro que el vil metal en forma de euros, el coche de alta gama, la casa pagada y otra en la sierra, esa burguesía acomodada, les hubiera vuelto millonarios y temerosos de que alguien, en una vuelta a la antigua Rusia que adoraban en su juventud volviera a quitárselo todo.

Pero claro, a mi personalmente estos que reinventaron la palabra «casta» tampoco me hacen mucha gracia, sobre todo porque me parecen una nueva casta acomodada, que ahora que ve el poder cerca pierde el culo por ocuparlo, olvidándose de en quienes se apoyaron, en aquél espíritu del 15M. Evidentemente todo esto es generalizar, que nadie se me suba a las barbas. Además que coño, es mi opinión. Como siempre la de este camionero que mal junta palabras. Pienso. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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