La noticia de que los camioneros españoles se niegan a trabajar por debajo del precio de coste, mientras parece que están dispuestos a pedirle al gobierno que se comiencen a aplicar las tarifas que marca el Observatorio de Precios, me lleva a la pregunta de ¿Quien arreglara esto? Porque aquí los lamentos se nos dan muy bien, pero otra cosa muy diferente es ponerse de acuerdo para hacer algo en beneficio de todos. Ese si que es un autentico drama, y una tragedia griega digna de ver. Sobre todo si tenemos en cuenta que nos movemos en un mundo en el que predomina la libertad de mercado.
La crisis por la que atraviesa el transporte en Europa, y en España en particular, algo que llevamos arrastrando desde hace años, y ante lo que nadie parece dispuesto a ponerse de acuerdo para hacer algo, es un lento camino hacia un final muy dramático. Un camino que ya se esta llevando por delante a muchas pequeñas empresas, a camioneros autónomos, y a muchos conductores asalariados, que son siempre los paganos finales de toda crisis, en todos los aspectos. No creo que sea necesario recordar una vez mas la precariedad que esta sufriendo el empleo en este sector, las condiciones económicas y laborales que recaen sobre las espaldas de los conductores asalariados. También, todo hay que decirlo, por la falta de unión y por ese afán de supervivencia a cualquier precio en el que nos hemos visto envueltos.
Ahora, cuando irrumpen en el mercado las grandes multinacionales de la logística, dispuestos a dejar el transporte peor que aquella leyenda que se le atribuía al ejercito de Atila, aquel del que decían que: «Por donde pasaba no volvía a crecer la hierba». Practicando lo que se denomina como «dumping», ese termino anglosajón que significa en realidad competencia desleal, o la venta de algo por debajo de su coste de producción, con el único fin de acaparar un mercado, hacerse dueño y señor de el, y a partir de ese momento marcar sus propios precios, para recuperar con creces la aparente perdida inicial. Es hoy por hoy la realidad pura y dura del transporte en nuestro país.
Pero no solo rompen los precios, lo mas grave es que obligan al resto a trabajar mucho mas barato, incluso perdiendo dinero, si quieren sobrevivir, marcando ellos el ritmo y los beneficios, tanto propios como ajenos. Con esa política, tan particular, y tan vieja, de dar cordel, hasta que deciden tirar de la soga y comienza el ahorcamiento, ese punto en el que aquel que no acepte sus condiciones estará condenado a una muerte segura. Pero ademas tiene otras consecuencias. Son grandes operadores de la logística y la distribución, y esa es su única y principal fuente de ingresos. Claro que imponiendo también, esa otra denominación que se esta convirtiendo en norma, conocida como «Falsos autónomos».
Esa categoría laboral que no se puede englobar ni entre los conductores asalariados, ni entre los autónomos, o pequeños empresarios propiamente dichos. Dejandoles en una especie de purgatorio, desprotegidos ante las exigencias de aquellos que les ofrecen un falso empleo disfrazado de autónomo, vendiéndoles falsamente un camión, cobrándoles fianzas que perderán si dan marcha atrás, firmando contratos con estas multinacionales poco claros. Vendiéndoles la moto de beneficios sobre el papel creados por ellos mismos. Pero que una vez metidos en ese circo se van dando cuenta de que han firmado su propia ruina y la de sus familias. Obligadoles a seguir adelante con beneficios que apenas llegan a los 700 euros mensuales. Eso si, después de pasar días, y hasta meses fuera de sus casas. Trabajando al ritmo que ellos les marcan, pagandoles los kilómetros que ellos quieren, y muchas penas mas.
Por eso la pregunta de ¿Quien arreglara esto? Sobre todo ante la gran diversidad de situaciones tan diferentes dentro del transporte. Victimas de una atomizacion perfectamente diseñada para que nunca impere la unión. Intentar juntar en una hipotética huelga a autónomos, cooperativistas, pequeñas y medianas empresas, falsos autónomos y asalariados, es una ensalada muy dura de conseguir. Demasiados enfrentamientos, pasados, presentes y futuros. Muchas desconfianzas de unos contra otros. Poca solidaridad en un sector que en España siempre ha ido por libre. Mas preocupados cada uno de su yo particular, que del beneficio del conjunto. Justo todo lo contrario de como debería ser. Pero ademas, repito, metidos en un mercado europeo de libre circulación y competencia. Lo que complica, aun mucho mas, esa hipotética unión. Porque, ya lo he escrito mas veces, esto se parece cada día mas a esa marina mercante que navega sin patria ni bandera, bajo pabellones de interés, económico, despiadado y cruel, en el que impera ya el «Sálvese quien pueda».
Lamento que este articulo pueda parecer pesimista, pero es una realidad latente, que esta ahí, que nos esta llevando lentamente hacia un punto sin retorno. Una verdadera pena, en un sector tan primordial que si fuera capaz de unirse doblegaría la voluntad de este y de otros gobiernos. Esos que solo se rigen por las estadísticas macroeconomias, por las grandes cifras y la frialdad de políticas tele-dirigidas que obedecen a intereses muy concretos. A pesar de todo, como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!.
Y digo yo , Julio, esto es problema de los transportistas que nada tienen que ver con los asalariados, porque estos si no estan con los pequeños transportistas que pasaron de tener un camion a comprar tres y un mercedes y contratar tres conductores, estaran con las grandes empresas de transportes donde uno o poco mas son los dueños y no conduciran ningún vehiculo, Y enmedio de estos dos bloques estan los asalariados , que aunque estemos en un libre mercado como tu dices, que siempre estamos ahi, no somos una raza en extencion. De momento y asta que la robotica no avance, pero ya nos cogeran viejos. Otro si es que este gobierno o el que sea regule el mercado laborar y quite tanto intrusismo extrangero y de cabida a la demanda laboral española.
estamos abocados, si o si, a un asociacionismo entre los asalariados que nos permita presionar a estas grandes flotas y a los transportistas pequeños o medianos que no aguanten el tiron, pues que le den….subvenciones para salir de la actividad, en fin es su problema no el nuestro.