Por mas vueltas que le doy, a veces, a la raza humana, en general, y a algunos sectores en particular, hay ciertas cuestiones que no puedo entender. No es que yo sea cerrado de mollera, que no creo, pero si me producen, cuando menos, cierta sorpresa. Da igual que uno vaya envejeciendo, adquiriendo experiencias, a fuerza de días que se convierten en meses y, por tanto, en años. Que a mis 55 largos y con esta mala salud de hierro, siga dándole al volante y a la tecla, esto ultimo, como siempre, para soltar fobias, filias y reflexiones en esta cabeza que peina canas desde hace, ya ni me acuerdo. Me explico:

No puedo entender que en esta profesión nuestra estemos todos los días lamentándonos, por mucho que intentemos ocultarlo; lo mal que esta el transporte, que si esto tiene que terminar reventando por algún lado, que la situación se vuelve cada día mas insoportable, tanto para unos como para otros, que si hay que hacer una huelga por la tremenda, pero todos, y bla, bla, bla. Pero nada, la misma canción repetida, que hasta ralla y hace daño a los oídos. Que si, que muy bien, que suena muy bonito eso de la unión, y todo lo demás. Pero falta lo que tiene que faltar, lo mismo que ha faltado siempre. Llámese unión, coordinación, o cojo…; como cada uno quiera llamarlo. Sencillamente porque si hay que hacerlo se hace, se buscan las formas, se habla en reuniones, y se hace. Y punto final.

¿Que es difícil de lograrlo? ¿Que no estamos ni unidos ni -lo mas importante- coordinados? Completamente de acuerdo. Pero busquemos las formas de hacerlo. A partir de aquí que cada cual haga su particular examen de conciencia. Que deje de culpar a otros. Ya no me vale eso de que si las organizaciones que están en el CNTC están vendidas y solo defienden lo suyo. Que si los sindicatos siempre han estado a la sopa caliente de las subvenciones, y todo los demás. Porque si algo esta mal, o no funciona como nosotros queremos, para eso estamos -todavía- en una democracia y esta tiene sus formulas para cambiar aquello que no nos guste.

No puedo entender, que en pleno siglo XXI estemos a vueltas con las nacionalidades, con las banderas y con las fronteras. A ver si nos enteramos de una maldita vez. Que en lo que a nosotros nos afecta, hace ya años que estamos en una Unión Europea. Sobre todo en lo económico. Nos gusten o no los países que en ella están, que lo están de pleno derecho. Por lo tanto, si los mismos que agruparon países guiados únicamente por el interés económico. Los mismos (los políticos elegidos democráticamente) que permitieron la deslocalizacion de empresas. Los mismos que ahora se tiran de los pelos ante la posibilidad de que Grecia se salga del euro y le diga a los del Norte ¡Adiós! -o como se diga en griego- están ahora que se les va por la pata abajo el miedo. Conscientes que detrás de los helenos irán portugueses, españoles e italianos. Pues eso. A esos son  los que hay que decirles: «Muy bien señores, ustedes promovieron la unidad económica. Ahora queremos también la unión salarial y laboral de todos los europeos. Pero no con los sueldos griegos. Con los mismos que tiene un alemán o un ingles, por ejemplo». Veremos como les cambia la cara. Que si, que puede sonar a utopía. Pero que nadie se olvide, que en pleno 2015 muchas de las cosas que hoy son reales fueron una utopía en su día.

Por lo tanto, no puedo entender en esta profesión ese racismo radical, de mirar por encima del hombro y con desprecio a los ciudadanos que son de esos países que llamamos «del Este», por ejemplo. Que nosotros somos camioneros, ciudadanos del mundo, que cruzamos diariamente varias fronteras, que ya no nos físicas, solo con un letrero que te dice en que país acabas de entrar. Por lo tanto si somos a efectos económicos prácticamente como un solo país, seamoslo también en todos los aspectos. A partir de este punto somos nosotros, y solo nosotros -los de a pie y del volante- los que les tenemos que exigir a quien puede solucionar los problemas que lo hagan. Tanto laborales como en todos los aspectos, de seguridad y de políticas y leyes igualitarias para todos.

No quiero aburrir, hacer este articulo mas largo, tiempo habrá para una segunda parte. Pero hoy miércoles, día de San Juan, es lo que pienso y siento. Como siempre allá cada cual con su mente y sus hechos, que la libertad esta para eso, y la democracia para el debate civilizado de todas las ideas. Sin fanatismos ni racismos, que las fronteras y las banderas se llevan en el corazón. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!

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