Seguramente todos los que las hemos sufrido este año estamos hasta los mismisimos de las malditas ciclogenesis de las narices que parece que no se van a terminar de una maldita vez, se va una y a la semana siguiente ya esta aqui otra soplando con un viento de no te menees, destrozando todo lo que pilla a su paso y dejando inundaciones y desastres. A mi que parece que me persiguen, este invierno me las he tenido que tragar todas, pero la de esta noche ya ha sido la repera, en el supuesto de que no venga otra peor. Hacia años que no tenia la sensacion de que saldria volando por los aires con el camion, por mucho que estuviera cargado.
Yo que ya creia que despues del temporal que tuve que soportar hace mas o menos doce años circulando con el camion por la costa francesa cerca del Canal de la Mancha, que aquel dia tambien me los puso de corbata y no me quedo mas remedio que buscar refugio como pude al abrigo de una nave industrial porque me veia en medio del mar o del campo con las ruedas para arriba. Aquella vez si que puedo decir que estuve cerca de verle las barbas a San Pedro. Pero parece ser que no tenia que ser la ultima, me quedaba aun la de anoche, que otra vez camino de Bilbao para Santander por la autovia que circula al lado de la costa, tuve que soportar otra ciclogenesis de los coj…., pero con muchisima mas violencia que las anteriores. Durante al menos tres minutos tuve que ponerme a 20 por hora, plantar los cuatro intermitentes, agarrarme al volante con fuerza y casi a punto de comenzar a rezar porque me vi fuera de la carretera.
Puede que a alguien le suene esto a batallita de camionero, pero alla cada cual, para que alguien se haga una idea de como soplaba el temporal, tarde una hora y cincuenta minutos en recorrer 116 kilometros y dando gracias al final por llegar al destino sin mas incidentes, pero en ese recorrido hubo de todo. Vientos de seguramente mas de 100 kilometros hora, lluvia torrencial, granizo y como sinfonia y luces de acompañamiento, truenos y rayos. En definitiva una noche para estar en cualquier sitio menos en la carretera.
Soy consciente que estos son riesgos de la profesion y que soportar los temporales, el frio, la nieve, el hielo y el calor va con el sueldo de camionero de serie, pero yo que soy de clima frio y que no soporto muy bien el calor, confieso que anoche senti muchisima nostalgia de esas noches calurosas de verano. Ademas aun me queda por delante llevarla hoy conmigo de camino a Barcelona, exactamente igual que en las anteriores, para que no pierda la costumbre por si no estaba ya de -repito una vez mas- las malditas ciclogenesis hasta las narices, por no escribir otra cosa mas grosera que ya deje antes en puntos suspensivos.
En fin, ahora me voy a dormir que ya toca y esta noche que sea lo que el buen Dios quiera.