A pesar de que este domingo la noticia del dia podia ser las elecciones en Cataluña, para mi no era otra que la ultima carrera de la Formula 1 en la que yo era de los pocos que aun tenia la esperanza de que Fernando Alonso hiciera a ultima hora uno de su famosos milagros y se proclamara campeon del mundo. La verdad es que la emocion estuvo latente hasta que quedaban tan solo dos vueltas para el final, a persar de que poco a poco se esfumaban.

    El merito del piloto asturiano es digno de elogio, teniendo en cuenta que su coche comparado con el de Vettel se parecia mas al de Pedro Picapiedra a medida que avanzaba el campeonato, el Ferrari cada vez iba peor y asu vez el del aleman cada carrera era mejor. No olvidemos que en las ultimas 10 carreras Alonso no consiguio ninguna pole y se veia muy justo para clasificarse entre los diez primeros, por su parte su maximo rival cada vez estaba mejor y su coche rendia mejor en cada carrera que en la anterior. Por lo tanto el merito de Alonso es digno de elogio porque solo el era capaz de hacer lo que hacia en cada carrera con el coche que tenia.

    El equipo de Vettel supo hacer evolucionar el coche a medida que pasaba el campeonato mejorandolo y consiguiendo que a cada carrera mejorara, por contra el del asturiano no evolucionaba, es mas, daba la impresion de que cada vez marchaba peor, es po ello que tiene mucho merito acabar el campeonato segundo a tan solo tres puntos del campeon y con muchas posibilidades de proclamarse campeon hasta el ultimo momento. Tam bien es verdad que ha tenido mucha influencia la suerte que ha estado de cara del campeon hasta el ultimo momento. Porque si hoy en el trompo que hizo al principio de la carrera alguien hubiera colisionado contra el se habrian terminado todas sus posiblidades de ser campeon del mundo.

    En fin, el destino es el que es y tiene sus ironias. Por supuesto tampoco hay que restarle meritos a Vettel y es justo reconocer que tambien es un gran piloto.

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