En una carta dirigida al Papa Francisco 26 mujeres italianas que maantienen relaciones sentimentales con sacerdotes le piden al jefe de la Iglesia catolica que adopte medidas para terminar con el celibato, una norma anclada en la edad media y que no se ajusta en absoluto a la realidad que vive hoy esta organizacion en pleno siglo XXI. Tal vez mantienen la esperanza de que este Papa que ha dado muestras hasta el momento de ser mas aperturista que los anteriores de por fin un paso hacia adelante y termine de una vez con una situacion que mantiene a muchos sacerdotes en un drama, sobre todo cuando la respuesta que reciben de sus superiores al plantearles el problema no es otra que darles a elegir entre seguir ejerciendo el sacerdocio o mantener una relacion con una mujer, pero nunca las dos cosas.
Pero tengo la sensacion de que en este caso se haran buenas aquellas palabras que le decia El Quijote a su escudero Sancho: «Con la Iglesia hemos topado amigo Sancho». Porque dudo mucho que el Papa tenga la valentia de dar un paso hacia adelante en este tema y permitir que los sacerdotes se casen y puedan tener una familia normal mientras continuan con su profesion.
El celibato que fue impuesto alla por el siglo XVI en el concilio de Trento, en principio para frenar el desmadre que se vivia en los conventos, es hoy una norma que arrastra 400 años de inmobilismo por parte de una Iglesia que en muchos aspectos sigue todavia anclada en aquella oscura edad media. Resulta curioso que si precisamente muchos de los apostoles de Jesus estaban casados, no lo puedan estar lo que han seguido con sus enseñanzas y se dedican a propagarlas, cuando en realidad es un problema sobre el que hasta ahora todos los prelados de Roma se han limitado a mirar para otro lado y hacer como si en realidad no existiera.
Pero mucho me temo que en el supuesto caso de que el Papa Francisco decidiera poner fin a esta norma absurda se encontraria de frente con el poder de la curia de Roma que es quien de verdad maneja los entresijos del Vaticano, por lo tanto tienen muy dificil estas 26 mujeres de sacar a delante su propuesta. La burocracia imperante en la oligarquia catolica, el inmobilismo y el fuerte enfrentamiento con el que se tendria que enfrentar el maximo responsable de la Iglesia catolica serian muy superiores a su capacidad de maniobra.
En este como en muchos otros temas la curia romana no evolucionara para adaptarse a los tiempos actuales. Seguira ejerciendo esa hipocresia de la que hace gala basandose en su particular interpretacion de las enseñanzas de Jesus. Ellos siempre han considerado a la mujer como un ser muy inferior al hombre, es mas, consideran que debe estar sometida a sus caprichos. Asi que todo esto se quedara en nada. Porque ¿Alguien se imagina a los curas casados?. ¿A mujeres ejerciendo el sacerdocio?. O incluso ¿A una mujer ocupando el sillon de San Pedro?.