En el debate sobre el estado de la nacion que se ha celebrado hoy hemos visto a un Mariano Rajoy en constante justificacion ante El Congreso por sus errores, por no haber cumplido su programa electoral e intentando demostrar que es mas honrado que nadie proponiendo una nueva ley de transparencia para despejar de una vez por todas el drama de la corrupcion.
Una vez mas se muestra con un discurso victimista diciendo que no le ha quedado mas remedio que aplicar los recortes y acusando al gobierno anterior de todos los males que padecemos. Eso se llama echar balones fuera y no hacerse reponsable de sus propios errores, ¿Tan ansioso estaba por llegar al poder que era capaz de pometer lo que fuera necesario?. Si es asi estamos ante un gran mentiroso que no ha reparado en hacer el mas vulgar populismo para poder gobernar. Acusar de todo lo malo al gobierno de Zapatero no parece mas que una escusa, si sigue por este camino terminara por acusarle hasta de la derrota de Trafalgar.
Confiesa que es consciente que sus recortes han resultado muy dificiles para los ciudadanos, pero no reconoce que contra su promesa de terminar con el paro hizo una reforma laboral que se ha demostrado como la mas desastrosa de todas sus reformas llegando a aumentar en mas de 600.000 el numero parados. No hace ninguna referencia a que aplico una dramatica subida del IVA sin acordarse para nada de aquella patetica campaña que lanzo contra la subida que hizo el gobierno de Zapatero y que le llevaron a unas imagenes impensables hasta entonces, Mariano Rajoy manifestandose en la calle y recogiendo firmas -cuirioso que despues ponga pegas al casi millon y medio de firmas en contra de los deshaucios-, un ejercicio mas de hipocresia.
Pasa por alto la privatizacion de la sanidad que esta haciendo lentamente, los dramaticos recortes en educacion, que ya solo falta que le haga huelga el viento, que tiene en su contra a la mayoria de los españoles, que nadie ahora reconoce haberle votado. Por supuesto ninguna referencia a la banca a la que colmo de dinero salido del bolsillo de todos los ciudadanos. Ni mucho menos hablo de Barcenas, ese enemigo dentro de su propia casa que le tiene acorralado. En definitiva un año Mariano que mas bien invita a rezar para que se vaya.