Antes de ayer fue sonada la reacción ante una oferta de trabajo realmente indignante. Mas o menos venia a ser así: «Se necesita conductor para transporte nacional 1.200 euros todo incluido», Seguramente el supuesto «empresario», mejor SINVERGÜENZA , se quedaría mas ancho que largo después de hacerla. Pero lo mas grave de todo es que hubo una persona que escucho de su propia boca esta oferta, ante su inexperiencia en el transporte, con su mejor voluntad, decidió consultar ante sus dudas.

Esta es una desgraciada realidad que cada día vemos mas a menudo. Supuestos empresarios, mas bien descarados explotadores, por no escribir palabras mal sonantes, que aprovechándose de la crisis, del desempleo, de la falta de experiencia en aquellos que quieren acceder a la profesión, no tienen el menor reparo en hacer este tipo de ofertas. Por supuesto siempre las hacen por cauces privados, o semi públicos, colgándolas en las redes sociales, con un numero de teléfono, o dirección de correo electrónico, llamando desde números ocultos. Y todas y cada una de las tretas que se les ocurra, lo cual ya de por si debería levantar sospechas. En lugar de hacerlas por los cauces legales, en las oficinas del I.N.E.M. y acogiéndose a los convenios de la provincia a la que corresponda la residencia de la empresa.

Tienen delito, y grave, al realizar estas ofertas, pero mas delito tienen aun las autoridades que no persiguen duramente este tipo de explotación tercermundista. Algo que debería acarrear que les cayera encima todo el peso de la ley, esa ley que, como otras están en nuestro ordenamiento jurídico, pero que no se cumplen, por falta de inspectores, de denuncias, o porque el sistema esta ya tan corrupto que es una autentica vergüenza. Porque si a nosotros nos exigen, como trabajadores el cumplimiento de las leyes, hasta el extremo de estar permanentemente controlados. Incluso -con esos mismos explotadores- obligando firmar contratos con clausulas aparte en las que hacen responsable al trabajador, hasta de si coge un resfriado su jefe. Algo a todas luces ilegal y denunciable. No entiendo como esos gobernantes a los que se les llena la boca con las estadísticas de creación de empleo -aunque sean basura y rayando la esclavitud- no tienen lo que se les supone para inmediatamente inspeccionar y sancionar a quienes se saltan las leyes solo para su conveniencia.

Lo mas llamativo de este caso, es que aun aparecieran personas en defensa de quien hacia la oferta. Escudándose en que tal vez se tratara de un autónomo, o pequeño empresario, al que la crisis del transporte le obligaba a crear empleo de esta manera. Esto me produjo mas indignación todavía. ¿A que precio hay que trabajar?, ¿Porque no trabajar gratis?. Esto ya es el colmo. Uno se pregunta, una vez mas ¿Donde esta la justicia? -si en minúsculas-. No entiendo que se pretenda sacar beneficio económico a costa de la desgracia y el sufrimiento de los trabajadores, aprovechándose de su necesidad de sobrevivir y de mantener a sus familias.

¿Tenemos que ser los trabajadores los que paguemos las ambiciones de quien no sirve ni como empresario, ni como persona? Por mucho que sea autónomo o pequeño empresario. No tiene porque recaer sobre nuestros hombros las consecuencias de que el tenga que trabajar a precios que no le son rentables, sencillamente porque va por la vida bajándose los pantalones, subcontratando viajes a precios ruinosos, por el simple hecho de que a el le guste presumir de algo para lo que no esta capacitado.

Por supuesto que estamos en un mercado libre, que impera la oferta y la demanda, que el ofrece un trabajo y unas condiciones, que contra esta aberración esta la libertad de decir que no. Pero otra cosa muy diferente es aprovecharse de las necesidades de la gente para enriquecerse. Porque a este paso llegara un día que pedirán pagar por trabajar y los gobernantes se lo consentirán con tal de que se les llene la boca diciendo públicamente que han creado no se cuantos miles de puestos de trabajo. Eso si, sin importar la calidad del mismo, ni la dignidad de las personas.

Evidentemente que este tema se presta a debate y a la polémica, que habrá opiniones para todos los gustos, pero si en algo me reafirmo es  en la injusticia de esta situación y en la falta de denuncia de las autoridades, de los inspectores y de los sindicatos tradicionales, esos que dicen -menuda ironía- que defienden los intereses de los trabajadores. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

000