El ridiculo internacional que esta haciendo el gobierno español con la reforma de la ley del aborto, las criticas que toda la prensa europea y del resto del mundo, deja al ejecutivo de Rajoy y especialmente al ministro de justicia Alberto Ruiz Gallardon -he decidido escribir los ministerios en minusculas porque no se merecen otra cosa-, como una nueva version de una politica dictatorial, y lo que aun es mas grave, deja al que fuera su padre, como a un simple aficionado que se limitaba a levantar la voz contra las politicas progresistas del entonces gobierno de Felipe Gonzalez.
¿Con que derecho se cree este tio para decidir sobre la vida de las mujeres y el futuro de sus hijos?. Repito una vez mas que no tiene que una decision nada facil de tomar por parte de una mujer embarazada la de interrumpir su embarazo. No ya solo porque corra grave riego su vida y la del ser que lleva en sus entrañas, sino porque tener que acudir a una clinica con las maximas garantias sanitarias tiene que ser un drama personal que solo saben las personas que se ven obligadas a tomar esa decision.
Pero claro, eso a este gobierno ultraderechista eso le importa un pimiento y la mata del resto. A ellos lo unico que les interesa es hacer al pie de la letra, con comas, puntos, interrogaciones y faltas de ortografia incluidas, los dictados de la iglesia ultracatolica de la mano del cardenal Rouco que en las puertas de ser sustituido por el Vaticano tiene que termimar mordiendo. Ya consiguio su objetivo con la polemica reforma de la educacion del ministro de educacion mas desastroso de nuestra reciente historia democratica – si ese al que los estudiantes mostraban en sus manifestaciones con orejas de burro-, aunque yo me pregunto que culpa tendra el noble animal para que le compararan con Wert. Ahora Gallardon es un punto y seguido, volveremos a los años mas grises en que las mujeres tenian que emigrar en aquellos viajes a Londres, con la diferencia que ahora lo podran hacer a Francia o Portugal. Ya estan las clinicas abortistas de nuestros paises vecinos frotandose las manos ante el previsible negocio que les viene. Lamentable, sencillamente bochornoso.
Me imagino al hijo del otro sentado en el sofa de su casa lleno de satisfaccion por su ley. Pero eso si, sin preocuparse para nada de darle soluciones economicas y practicas al futuro de esos hijos que vayan a nacer con graves deformaciones. De eso nada, que se preocupen sus padres de recurrir a la caridad del resto de los españoles para que puedan recurrir a clinicas norteamericanas en el que paliar al menos los graves sufrimientos de sus hijos. ¡¡¡¡SENCILLAMENTE INDIGNANTE!!!!.