Ayer asistí a una reunión en Vallecas, la misma que había pedido desde aquí por iniciativa de Miguel Canovas, a la que estaban invitados todos los que componemos el transporte de base, los administradores de los grupos de Facebook y todos aquellos que estuvieran dispuestos a dar un golpe definitivo encima de la mesa y comenzar a tomar medidas de una maldita vez para que dejemos de ser ignorados, maltratados y despreciados, no tan solo por esa sociedad que desconoce nuestra realidad diaria. También por aquellos gobernantes que tienen el deber y la obligación de escucharnos, tenernos en cuenta, y comenzar a legislar de manera clara sobre todos y cada uno de los problemas que nos afectan.

Vallecas tiene que ser el punto de partida. Un encuentro al que asistimos representantes de los que componemos el transporte de base, conductores asalariados, autónomos y pequeños empresarios. En un ambiente cargado en principio por la emoción colectiva y la ilusión de que teníamos una oportunidad magnifica para hablar y que no podíamos desaprovechar. Así fue, cada uno tuvimos oportunidad de hablar y de ser escuchados por el resto, en un ambiente en el que imperaba, por fin, ese compañerismo que creíamos perdido. Asistió también la euro-parlamentaria de Izquierda Unida Paloma Lopez Bermejo y un representante de la formación política Vox. Lo de menos eran las tendencias políticas de cada uno. Durante toda la reunión estuvo por encima de todo la realidad del sector.

Informar a la representante en Bruselas de la realidad del transporte, del mismo modo que ella nos expuso magníficamente el funcionamiento real de lo que se cuece allá donde se toman las decisiones en Europa. La cruda realidad, las previsiones de futuro de quienes deciden en materia de transporte y los posibles caminos a seguir. Nos brindo su apoyo incondicional y con el contaremos para acciones futuras, algo que le agradecimos. Pero no por ello tenemos que quedarnos dormidos y esperando que sean otros los que solucionen nuestros problemas. Ni mucho menos, al contrario. Tenemos que ser nosotros los que dejando a un lado los odios, las fobias y las filias sobre aquellos que alguno puede considerar enemigos, como pueden ser autónomos o pequeños empresarios, desde la óptica egoísta, porque, como en mi caso, seamos conductores asalariados; busquemos las formulas y hablemos y nos reunamos las veces que haga falta para juntos comenzar a luchar por nuestros derechos pisoteados y perdidos y por recuperar esa DIGNIDAD tan masacrada.

Que nadie se confunda. Defendiendo firmemente cada uno sus posturas y sus derechos, tanto como asalariados, como autónomos, cooperativistas o pymes. Pero encontrando entre todos los puntos comunes que nos unen y que son muchos mas de los que a simple vista podamos pensar. Hay que abandonar la intransigencia, el egoísmo equivocado y centrarse en la búsqueda de soluciones y de como llevar a cabo las acciones que sean necesarias para que de una vez por todas dejemos de ser los olvidados por la sociedad, los despreciados, los que nos apartan a un lado de la carretera cuando a ellos les interesa, pero sobre todo, que esa sociedad y esos gobernantes tengan muy claro que somos IMPRESCINDIBLES EN SU VIDAS, y por tanto deben tenernos en cuenta siempre.

No podemos seguir como hasta ahora, divididos, utilizados únicamente para los intereses económicos de las grandes multinacionales del transporte, de la distribución y de las grandes corporaciones internacionales que únicamente buscan el beneficio económico sin importarles lo mas mínimo la vida de las personas. Porque por encima de ser conductores a sueldo, autónomos o pequeños empresarios, SOMOS PERSONAS, y merecemos un trato justo. No podemos olvidar jamas el poder que atesoramos entre las manos cada vez que nos subimos a la cabina de un camión, de un autobús, o de cualquier otro vehículo dedicado al servicio publico. Un poder que tiene que ser escuchado, respetado, y si no es así, tendremos que decirle a la sociedad y a los gobernantes que estamos dispuestos a llegar donde haga falta, a hacer lo que sea necesario, porque nos tengan en cuenta como nos merecemos.

Así pues, Vallecas fue ayer el punto de partida. De acuerdo que eramos apenas 30 personas. Pero tenemos que conseguir entre todos que en la próxima seamos 3.000 y en al siguiente 300.000 los que levantemos la voz y les digamos a políticos y gobernantes que ¡Ya esta bien de abusos! que merecemos ser tratados con dignidad. Por esa dignidad y con ella como objetivo tenemos que seguir luchando. Desde aquí quiero agradecer públicamente a todos l@s compañer@s que asistieron a la reunión, pedir perdón a sus familias por privarles de la presencia con ellos de quienes estamos en la carretera en un día que era para estar con ellos. Pero ha merecido la pena, y mucho, hacer unos cientos de kilómetros para hablar y encontrar puntos comunes en una lucha que es de todos. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

000