La reforma de la ley del aborto de Albeto Ruiz Gallardon no es mas que la puesta en negro sobre blanco en forma de decreto por la tremenda de la ideologia mas ultracatolica de un gobierno en manos del cardenal Rouco que se despide de la cabeza de la Iglesia en España con el objetivo cumplido de conseguir la reforma mas radical de las dos leyes que mas le preocupaban, la de educacion y la del aborto. Que nadie se llame a engaño, tanto el innombrable Wert con orejas de burro como Gallardon no son mas que titeres y ejecutores de la ideolgia mas ultraconservadora de un gobierno que esta aprovechando su mayoria absolutista para hacer todo aquello que esta en su ideario.
Pero lo mas sorprendente de todo esto es que el ministro de justicia -si, en letras minusculas- que parecia el mas «progre» de este gobierno ha demostrado ser incluso mas radical y ultraderechista de lo que lo fue su padre, aquel que se convirtio en flagelador parlamentario de los gobiernos de Felipe Gonzalez haciendo procalmas desde la tribuna del Congreso que hacian recordar a quienes le escuchaban a los grandes discursos de los multitadirarios mitines fascistas.
No se puede consentir esta reforma de ley, ningun gobierno por muy legitimado que se crea tiene el derecho a decidir sobre algo tan dramatico y tan personal como es el derecho al aborto. Ninguna mujer toma una decision tan personal de abortar por simple capricho. Tiene que ser una lucha mental tremenda tener que decidir entre abortar o traer a este mundo a un ser que pasara el resto de su vida victima de graves enfermedades o deformaciones implorando con la mirada de sufrimieto hacia sus padres el porque ha nacido. Pero que un gobierno se otrogue el poder de decidir sobre algo tan intimo es cuando menos de juzgado de guardia, para salir a la calle armados de palos y obligarles a que cambien de opinion. Porque esta reforma lo que en realidad encierra es la vuelta a epocas pasadas no tan lejanas en las que las unicas que podian permitirse el lujo de ir a abortar a Londres eran las hijas de los ricos que se marchaban a aquel pais con la disculpa de aprender ingles para abortar, mientras las que no podian pagarselo tenian que hacerlo de forma clandestina y con grave riesgo para sus vidas.
Asi se esconde el problema, se contenta a una iglesia siempre dispuesta a meterse en nuestras vidas en lugar de limitarse a lo que es su verdadera funcion que no es otra que el de la religion y seguir las enseñanzas de Jesus y no tan solo de palabra, tambien con el ejemplo, algo de lo que adolece descaradamente.