SOMOS DE MEMORIA FRÁGIL.

Cuando se cumple una semana de la trágica muerte de Jesús Madrigal Burgos es decepcionante comprobar como apenas 7 días después este lamentable sucesos esta cayendo en el olvido. Sencillamente porque, por mucho que nos duela reconocerlo, aquí en esta España nuestra somos de memoria frágil. Mucho de levantar la consiguiente polvareda nada mas que sucede una tragedia, de pedir en voz alta que se haga justicia, de enarbolar las banderas de la lucha y solidarizarnos inmediatamente con la familia, pero a medida que van pasando los días nos vamos olvidando poco a poco de todo lo que pedíamos. En definitiva, que somos de memoria frágil.

A fuerza de intentar entender el porque de esta situación, uno llega a la conclusión de que estamos ya acostumbrados a recibir tantos palos, que no pasamos mas allá de los gritos y lamentos propios del instante en el que recibimos uno mas, para inmediatamente ir poco a poco asimilando que es eso, uno mas. Que la desilusión se ha apoderado ya de nuestras vidas, nos hemos dejado vencer poco a poco por el pesimismo, centrados únicamente ya en nuestra supervivencia particular. Tantas decepciones nos han vuelto egoístas hasta el extremo. Ya estamos convencidos que las soluciones que todos sabemos nunca llegaran.

Todos somos conscientes de la dura realidad, pero nos negamos a reconocerla y a partir de este punto comenzar entre todos a dar los pasos necesarios que nos lleven a las soluciones. Me niego a creer que nos hayamos rendido antes de luchar. No podemos ser tan frágiles de memoria como para olvidar de pronto tantas injusticias, pasadas, presentes y las que vendrán en el futuro. No creo que mirar hacia otro lado sea la solución, mas allá de ser una forma mas de escurrir el bulto.

Diariamente vemos como esta profesión se esta llevando por delante la vida de muchos compañeros, unas veces por la violencia de un mal nacido. Pero muchas veces como consecuencia de las presiones que nos vemos obligados a soportar. Todos tenemos claro que ya nos hemos convertido en una pieza mas del camión -y lo que es mas grave- fácilmente sustituible. Pero seguimos sin hacer nada por recuperar nuestra dignidad. Repetir una y mil veces la palabra unión sirve de muy poco si no la llevamos a cabo. Nos hemos vuelto meros supervivientes de una crisis que no provocamos, pero que se esta llevando por delante, no solo nuestros beneficios económicos, también se lleva nuestras vidas, nuestra salud y el futuro de nuestros hijos.

¿Cuando vamos a despertar? No vale ya culpar a otros de nuestras desgracias, sobre todo cuando somos nosotros mismos los que las seguimos consintiendo. Hacen de nuestras vidas lo que les da la gana sencillamente porque lo seguimos consintiendo. Como decía al principio, perdemos la fuerza en los lamentos iniciales, para después continuar mirando hacia otro lado. Por lo tanto, vuelvo a repetirme una vez mas, no culpemos a los demás y miremos primero hacia nosotros y preguntémonos primero ¿Que es lo que hacemos cada cual por cambiar la situación?

No es fácil reconocer que mucha de la culpa es nuestra. Pero deberíamos hacer un  examen de conciencia, de realismo. Pero a partir del mismo comenzar a dar los pasos necesarios para terminar de una vez con tantas injusticias. ¡¡¡BUENA RUTA!!!

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