Al ser un país de paso obligatorio y de destino, Francia se ha convertido en un país clave en el transporte en Europa, no solo por la trascendencia que tienen sus movilizaciones en los medios de comunicación. A veces me acusan de admirarles demasiado, pero también hay que saber un poco de su historia para entender como son nuestros vecinos del otro lado de los Pirineos cuando se trata de defender lo suyo.Un país -que si no me falla la memoria-, esta en su quinta república, y que cada una de ellas ha supuesto una renovación en las estructuras del Estado y en la mentalidad de sus gentes. Un país al que muy pocos les podrán negar sus luchas por las libertades, que derrocaron reyes y cortaron cabezas guillotina en mano, simplemente por una subida en el precio del pan, es para tener en cuenta muchas cosas a partir de ese acto que, a su vez revoluciono la historia, no solo de Francia, también de Europa. Por mucho que hayan pasado siglos, que se dice pronto.
Todo eso convierte a un pueblo en mucho mas solidario de lo que parece, porque las revoluciones unen, o porque, aunque suene a repetido, sabido es que todo aquello que no evoluciona se revoluciona por si mismo. Todo esto llevado al transporte puede que nos haga, aquí en el Sur, entender mas cosas de las que a simple vista nos pueda parecer, mientras nosotros nos miramos el obligo en luchas internas, autonómicas, y todo eso, pero los problemas no terminan de solucionarse, por mucho que nos intenten hacer ver lo contrario.
Que utilizan la violencia, hasta cierto punto, condenandola siempre, se puede entender, que la gente enfurecida, defendiendo lo suyo, lo que todos los días nos llevamos a la boca para seguir vivos, para mantener el bienestar conseguido a fuerza de lucha, que son derechos adquiridos en democracia y en pelea de la gente normal. Pero siempre son conquistas que duele muchismo perder. Sean del tipo que sean, conseguir una vida mejor es una aspiración lógica y, por lo tanto humana y legal.
Lo otro, la violencia siempre tiene inocentes, como el camión español quemado en Francia días pasados, pero que tienen que ser el gobierno este país el que luche por que no se vuelva a repetir. En la de ayer también hubo violencia, esta vez contra los camiones de los países del Este. Esa guerra a veces incomprensible, pero detrás de la que están muchas multinacionales que hacen su gran negocio en aquellos países, que el dinero hoy en día no conoce fronteras y la ambición de los resultados parece que no tiene nunca techo en estas empresas. Con lo que son capaces de des-localizarse una y mil veces con la disculpa esa de las delegaciones, aprovechándose allá donde van de las personas de esos países.
Hasta el punto que hoy nos parecemos cada día mas a los piratas porque recorremos las carreteras sin saber nunca muy bien bajo que bandera, que país y detrás de quien esta en realidad el origen del dinero que recibimos como salario o como ingresos, sean del tipo que sean. Convirtiendo una y mil veces las leyes a su conveniencia -las de esas multinacionales- arropados a su vez por políticos que les encantan las fotos y las estadísticas. Lo otro, la lucha de los sindicatos es algo que nunca aprenderán, desgraciadamente los de nuestro país, acomodados y apoltronados en cargos y sillones con empleo y sueldo, y como en el dicho: «A vivir que son dos días». Pienso. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.