Señora Doña Soraya Saez de Santamaria: Una vez mas me dirijo a usted aun sabiendo que no leera mi carta, pero despues de los acontecimientos posteriores al descrache ocurrido ante su vivienda la semana pasada y sin querer entrar en el debate de la legalidad o no de los mismos, aunque personalmente creo que la democracia nos da derecho a manifestar publicamente nuestro descontento contra aquello que nos parece injusto, hay algo que me ha llamado poderosamente la atencion y es el tema de los hijos.

    Usted dice que le parece justo que se le hagan preguntas y que se demuestre el malestar en el Congreso, pero que su casa es otro terreno que afecta a su vida personal y sobre todo a su familia. Luego va su compañero de gabiente el ministro del Interior Jorge Fernandez Diaz y para completar el peloteo a su persona trata de tocarnos la fibra sensible haciendo referencia a su hijo y a lo que tuvo que ver.

    Es muy diferente la posicion de su hijo que vivie en una casa con un escolta en cada esquina y con los manifestantes a distancia viendo como personas descontentas contra la forma de actuar de su madre y la del hijo de un desahuciado que ve como policias antidisturbios entran porra en mano en casa de sus padres y les expulsan a la calle a empujones dejandoles sin vivienda. Su hijo seguramente en su inocencia le preguntara a su madre sobre lo que pasa. El segundo mirara a sus padres asustado y les preguntara que delito han cometido para que la policia les expulse de su vivienda. Creo que la diferencia es grande ¿O no?.

   Ustedes los politicos Señora Saez de Santamaria cuando estan en campaña electoral se les llena la boca de promesas diciendo que van a solucionarnoss todos los problemas y la gente a la que consiguen engañar va y les vota. Luego cuando llegan al poder se les olvida todo lo prometido y como no dijeron la verdad se ven obligados a hacer lo que les dice la señora Merkel convirtiendose en sus titeres. Por lo tanto me parece justo y democratico que los ciudadanos les afeen publicamente su conducta.

   Pero su reaccion es criminalizar a los manifestantes, denunciarles e identificarles, en lugar de ser honrados y dimitir por no haber sido capaces de cumplir sus promesas. Por lo tanto escudarse en los hijos, que no tienen culpa de los actos de sus padres, por supuesto, pero tambien son inocentes los que se ven en la calle porque sus padres compraron una vivienda cuando economicamente se podian permitir pagarla y que ahora por su mala politica se han quedado sin trabajo, sin futuro y sin vivienda. «Si no fuera por los niños me echaba al monte tambien» cantaba Victor Manuel y en este caso tiene mucho de verdad.

   No utilice a su hijo como excusa para disculparse de su mal hacer politico ni se permita diferenciar entre unos y otros, porque el hambre de un niño es igual en Africa que en España, es hambre, otra cosa son las formas.

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