ORGULLOSO DE SER DE PUEBLO.

Estaba yo el viernes por la noche esperando mientras me cargaban en Madrid, y en una de esas reuniones que se producen de vez en cuando en las que nos juntamos varios camioneros, la conversación derivo en ser de ciudad o de pueblo. Total que, mira tu por donde, estaba en la misma un «tonto del culo» -no se merece otro calificativo-, niño de ciudad, esclavo del asfalto, los atascos y las prisas de la capital del reino, de esos a los que les molesta el olor a pueblo, a vaca, decía el, urbanita gilipollas sin mas conocimientos que estar plenamente convencido de que la leche la da Pascual y en tetrabirk; que la comida que mastica cada día crece en el «carrefeteur» y que, como no, se consideraba el obligo del mundo. Así que me toco la moral. Precisamente a mi, que me siento muy orgulloso de ser de pueblo, que llevo la bandera de León en mi cabina y que proclamo a los cuatro vientos que nací allá por septiembre del 59 en Toral de los Guzmanes.

Así que no me puede contener y educadamente le puse las pilas, en su sitio, sacandole los colores y obligandole mentalmente a que tan solo abriera la boca para pedir perdón por sus palabras. Porque ¡Ya esta bien coño!, ya vale de «garrulos» que se piensan que los que hemos nacido en un pueblo nos hemos criado casi en la edad de piedra, que somos unos ignorantes, que vamos por el mundo con la boina calada hasta las orejas y con la boca abierta. ¡Sera imbécil el tío!. ¿Cuanta ignorancia puede llegar a acumular la mente de algunas personas? Sobre todo en la de tipos como este que van por el mundo creyéndose superiores a los demás tan solo por haber nacido en un quinto sin ascensor.

Desconocen que es corretear por las calles de un pueblo de niño. Volver a casa con las rodillas machacadas por haber jugado un partido de fútbol en un prado o en la calle de tierra, pero sintiéndonos los mas felices del mundo. No saben lo que es trepar a un árbol para ver de cerca un nido y coger un huevo para sentir la vida en la mano. Jugar en la calle hasta que nos metían en casa a gritos en esas placidas noches de verano. Sentir el frió en la piel en esos inviernos para ir a la escuela. Crecer rodeado de amigos de esos que no olvidas en tu vida y que aunque solo les veas cuando vuelves al pueblo en un fin de semana o de vacaciones, sabes que ahí están, que son tus amigos de la niñez y que sigues conectando con ellos como cuando tenias 7 años.

Ignoran la satisfacción que se siente cuando te has visto obligado a ganarte la vida lejos de tu pueblo y con mucho esfuerzo. Currando como un animal y ahorrando lo que has podido, hipotecas tu futuro sin dudarlo para hacerte una casa en el pueblo y vuelves allí siempre que puedes y tienes la sensación que allí esta precisamente el mismo Cielo, por mucho que las horas parezca que pasan de cuatro en cuatro y los días se vuelven mas cortos que nunca. Porque llevas en la sangre a tu pueblo, su olor y sus gentes que sientes como tuyas, como de la familia. ¿Que sabrá este individuo lo que se siente cuando te sientas en el bar que llevan Paulino y Gerardo a jugar una partida de subasta con otros tres del pueblo?.

En fin que le cante las cuarenta en espadas, las veinte en copas, bastos y oros y me quede mas ancho que largo. ¡Que coño!. ¡¡¡¡¡VIVA MI PUEBLO Y SU GENTE!!!!!. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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2 mensajes en “ORGULLOSO DE SER DE PUEBLO.

  1. pero esas cosas es mejor que no se dian pues luego no ahi sitiopara todos yo empece llevandome a mis hijos co 5 o 6 años y ahora con 21 le preguntas que prefiern playa o pueblo y no dunda un momento en irse al pueblo que es donde mas agusto estan y eso de echar su aparceria con los amigotes es de lo que mas les gusta, mucha gente no sabe lo bien que se vive en un pueblo y mas o menos como decia el cabrero el hombre de la ciudad al del campo desprecia sin saber que el campo es el queda la riqueza,

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