LA OTRA NAVIDAD.

Hay otra Navidad, mucho menos glamurosa que la que conocemos habitualmente, otra Navidad muchisimo mas dura, en la que por desgracia muchos compañeros se ven obligados a pasarla lejos de sus casas y de sus familiares. Esa que, por las circunstancias propias de este trabajo, no les queda mas remedio que pasarla en la carretera, en la soledad de las cabinas de sus camiones, con la nostalgia y la tristeza propia de estas fechas. Unos dias muy duros para que el resto de los humanos tengan una vida mucho mas facil.

Este trabajo nuestro es asi, nos obliga a estar permanentemente en la carretera, da exactamente igual que sean fiestas navideñas, que llueva, nieve, o haga Sol. Siempre durante todos los dias del año hay muchos compañeros en la carretera. Porque esta vida no para y porque nosotros los camioneros somos tan imprescindibles en ella que sin nosotros el mundo se pararia. Desgraciadamente estamos tan poco valorados por una sociedad que no termina de entender que somos una parte tan importante de sus vidas que sin nosotros las suyas no tendrian sentido. Si nosotros no hicieramos nuestro trabajo durante todos los dias del año y durante las 24 horas, sus vidas se convertirian en una autentico caos.

Por eso me entristece sobremanera ver en las redes sociales como muchos compañeros se ven obligados a pasar noches, como la pasada Nochebuena, lejos de sus familias, tratando de hacer lo mas agradable posible la lejania de sus casas, preparandose una humilde cena, que tal vez tengan la suerte de compartirla con otros compañeros de la carretera para hacerla menos solitaria. Por desgracia esta es la realidad del transporte.

Yo tambien se lo que es pasar una noche como la pasada lejos de la familia, porque lo he vivido en mis propias carnes. Se lo duro que es pasar una Nochebuena solo en la cabina de un camion, sin mas contacto con los mios que el telefono. Se lo que es cenar en soledad, si a eso se le puede llamar soledad, porque confieso que aquella fue la cena mas amarga de mi vida. En noches como esa dan autenticas ganas de mandarlo todo a la mierda y dejar para siempre este duro mundo del camion. Son momentos en los que uno se plantea seriamente si merecen la pena tantos sacrificios y penalidades. Si realemente uno siente tanta pasion por este trabajo.

Sobre todo cuando uno se compara con el resto de los mortales que si pueden disfrutar en familia de noches como esa, mientras nosotros tenemos que estar tirados por cualquier area de servicio, aparcados en cualquier poligono industrial y con la soledad como unica compañera. Por eso hoy quiero rendir un homenaje mas que merecido a esos compañeros que en noches como la pasada se han visto obligados a pasarla en soledad lejos de sus familias. Con mis mejores deseos para que de una vez por todas se dignifique esta profesion y vuelva a ser valorada por la sociedad como se merece. A todos esos compañeros mi solidaridad y un gran abrazo. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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