El señor Montoro, ministro entre otros menesteres, de Hacienda, portavoz sin cargo de su jefe en esto de que ya se ve la luz al final de ese tunel que tan solo el gobierno sabe donde esta; tendra que tragarse sus palabras de hace apenas unos dias en las que se le llanaba la boca proclamando que el nunca, ni antes ni ahora, habia intervenido ni personal ni politicamente en ese departamento del ministerio al que hace unos años tanto se respetaba y que no es otro que la Agencia Tributaria. Ahora por obra y arte, de este de la voz de pito, se ha convertido en «La agencia Montoro».
Ayer presento su dimision irrevocable el Director de Inspeccion de Hacienda por sus discrepancias con el director de la agencia a tenor de los ultimos acontecimientos que se han sucedido en la misma y que, no son de ahora, desde que esta en al gobierno el PP. Si ya despues de tan solo dos meses en el gobierno Rajoy ceso a todo el grupo de inspectores que se encargaban de investigar los casos de corrupcion entre los que se encontraba -curiosamente- el conocido como «Caso Gurtel». Dejando desarmada una de las secciones que mejor funcionaban. Si en estos dos años en el poder se han sucedido dentro de la Agencia Tributaria mas de 300 casos entre ceses y designaciones a dedo, lo que ha dejado el prestigio de una de las instituciones del Estado que mejor funcionaban y que se destacaba precisamente por su discrecion y por haberse mantenido siempre totalmente al margen de los cambios de poder y de la politica, la ha dejado decia, con su prestigio seriamente dañado.
No ya solo por los sonados y escandalosos casos que la han convertido en noticia. La bochornosa papeleta que protagonizo con todo lo de la Infanta Cristina, que curiosamente. creo que el la unica copropietara de un empresa implicada en un delito de fraude millonario a la que Hacienda se ha negado a investigar sobre su patrimonio, e incluso, se presto a un chanchullo que huele muy mal para defender el dañado honor de la hija del Rey. A este le siguio citando el mas reciente lo de la inspectora que abandono su cargo, junto a su jefe inmediato, por la rebaja de una sancion de mas de 400 millones a la cementera mejicana Cemex y que por indicaciones poco claras- que raro- que la parecer venian de un nivel muy superior se pretende dejar en apenas 15 millones. Ahora se suma, como decia, la dimision del Director de Inspeccion de Hacienda tambien, curiosamente, popr discrepancias muy serias con su superior, nombrado a dedo por el gobierno, como su antecesora. Lo que no deja de convertir a la Agencia Tributaria en un huerto particular del gobierno en el que, con Montoro como capataz, estan cargandose una institucion del Estado que deberia ser totalemente independiente y un ejemplo para obligarnos a todos los españoles -sin distincion- a cumplir la ley. ¿O solo la cumplimos los de siempre?. Una vez mas me reafirmo en lo de que «esto solo pasa en España».