HACEMOS EL TRABAJO DE OTROS.

Cargamos y descargamos  nuestros camiones,  nos repostamos en las gasolineras, nos servimos en algunos restaurantes, recogemos la mesa después, y tantas otras tareas que no nos corresponden. La solución estaría en que nadie las realizara, o sencillamente nos negáramos de pronto a tener que hacerlas. Pero nos estamos acostumbrando a estas situaciones -es mas- forman parte ya de nuestra vida diaria. Conscientes o no de la realidad. Obligados por las circunstancias que nos han impuesto directamente con la excusa de la crisis, asumiendo nuestra parte de culpa, realizamos a diario trabajos que corresponden a otras personas, con lo que contribuyendo a que se agrave mas el desempleo.

No hace tantos años en los que nuestro trabajo se limitaba a conducir. Si nos ponemos a buscar culpables seguramente cada uno apuntaría en una dirección. Primero caímos en la trampa de cobrar por hacer cargas y descargas, otras veces fue iniciativa propia de los mismos compañeros, por imposición directa de las empresas, da igual. Lo importante ahora es que estamos como estamos, en un punto que parece sin retorno a tiempos pasados. En una situación de la que nosotros también somos cómplices. Ademas si sumamos el  factor económico no es difícil llegar a la conclusión de que todo esto no esta sucediendo por casualidad, que tiene detrás una estrategia perfectamente definida por los mismos de siempre.

La costumbre tarde o temprano acaba convirtiéndose en ley, lo que fue un favor ahora es una obligación. Eso tan escuchado tantas veces de : «Otros los hacen», «Estas son las normas», y todo lo demás. Las consecuencias de negarse a realizaras todos las conocemos. No merece la pena ahora recordarlas. La pregunta que me hago es: ¿Cuanto tiempo estamos dispuestos a seguir aguantándolo?. Como en la mayoría de los problemas que afectan al transporte las soluciones solo están en nuestras manos. Pero este caso concreto es algo que nos afecta a nosotros y a muchísimas mas personas.

Si todos los consumidores de las cadenas de alimentación fueran plenamente conscientes de esta realidad,  en algo que también a ellos les afecta, sencillamente porque el desempleo afecta a todas las familias, y porque tampoco el ahorro de puestos de trabajo repercute en el precio final de la compra, si existiera una verdadera conciencia social mas solidaria y menos sumisa, ya habríamos dado un paso muy importante.

Por eso se hace mas necesario que nunca la verdadera unión de todos para acabar de una vez por todas con situaciones abusivas, con las imposición dictatorial de trabajos que no tienen nada que ver con aquello para lo que únicamente somos contratados, el transporte. ¿Acaso no es bastante trabajo estar 10 horas al volante?. Si no ponemos remedio a estas injusticias que nadie se extrañe que llegue un día en el que también nos veamos obligados a colocar la mercancía en las estanterías, hacer los pedidos, repartirlos a las tiendas y cobrar en la caja del supermercado. Total a fuerza de ser mas o menos sumisos ya somos cómplices de su propio sistema para seguir enriqueciendo a los mismos de siempre mientras aumenta nuestra ruina personal y económica. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

 

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2 mensajes en “HACEMOS EL TRABAJO DE OTROS.

  1. De aquellos polvos vienen ahora estos lodos.este dicho resume lo que he visto en toda mi vida laboral,y siempre e tratado de evitar,convirtiendome en un marginado en el trabajo por mis propios compañeros.no viene motivado por esta reciente crisis se instauro hace ya decadas.es lo que dejamos en herencia y toman por normal los que entran ahora en el oficio.

  2. Lo mismo que al contable que le dicen que antes de irse debe limpiar los cristales, quitar el polvo, barrer el despacho y vaciar las papeleras. HOY NOOO, MAÑANAAA

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