Después de que mi artículo de ayer levantara cierta polémica entre algunas personas, y en una en particular, en Antonio Ruiz, más conocido como «el camionero indignado», lo que más me cabreó no fue que me acusara de quejarme solo, de no tener propuestas y de que «madurara», fue que esta persona además de ciega, sea sorda y no sepa leer. Ciega porque me tuvo durante más de 4 horas frente a él en la reunión de la Plataforma de Transporte en Ruta Todos a Una en Getafe, que se celebró el 27 de diciembre pasado, además de compartir mesa y comida, sorda porque no escuchó las propuestas que allí presenté, y de no saber leer, porque hasta el momento en muchos de mis artículos, no solo las he escrito, sino que las he defendido. Así que me perdonen los que ya las conocen, pero las repetiré una vez más, sobre todo porque esta persona me ha tocado en mi amor propio.
Como conductor asalariado siempre he defendido y proclamado a los cuatro vientos y allá donde ha hecho falta, la necesidad de un convenio único para todos los conductores, tomando para la negociación del mismo como punto de partida el más alto del país. Sobre todo por la injusticia que supone la gran diferencia salarial entre unos y otros dependiendo de la provincia en la que trabajen, cuando todos hacemos exactamente el mismo trabajo, sobre todo en el transporte nacional e internacional.
Defiendo la necesidad de que nos sean reconocidas las enfermedades profesionales y el derecho a poder jubilarnos a los 60 años. Lucho por una ley muy clara que delimite nuestras responsabilidades penales frente a las imposiciones de las empresas. Del mismo modo que defiendo el aumento de las inspecciones y de las sanciones económicas cuantiosas para las empresas que obligan a su conductores a cometer ilegalidades constantemente. Hasta el punto que sena cerradas esas empresas o precintados inmediatamente sus camiones y los empresarios sean sancionados incluso con la cárcel si el caso lo requiere.
Defiendo la necesidad de la creación de un sindicato o asociación exclusivamente de conductores asalariados, pero que sea totalmente independiente, apolítico, democrático y libre. Del mismo modo que las personas que sean elegidas para dirigirlo tengan la obligación permanente de rendir cuentas ante sus afiliados de todas sus decisiones y movimientos, y que sea asambleario para que nadie se pueda aprovechar en su beneficio propio de nuestra buena voluntad y de nuestra lucha por nuestros derechos.
En cuanto al resto del transporte defiendo las demandas de los autónomos y pymes siempre que no entren en clara confrontación con los nuestros como conductores asalariados. Por lo tanto creo que debemos apoyarles en sus reivindicaciones porque también son compañeros nuestros, sobre todo los autónomos con un solo camión.
Todas estas propuestas están recogidas en la declaración de principios de la Plataforma de Transporte en Ruta Todos a Una de la que formo parte y en la que soy, de momento, representante de los conductores asalariados y para lo que fui elegido democráticamente, y por esta Plataforma sigo y seguiré luchando hasta que los crea conveniente, o sea elegida otra persona.
Podría seguir escribiendo sobre cuales son mis propuestas, pero en lineas generales estas son. Si alguien encuentra en mis artículos alguna contradicción con lo escrito anteriormente que no dude en hacerlo público. Aparte de que siempre he luchado y seguiré luchando por la necesidad de la UNIÓN en el transporte como punto de partida indispensable para que comencemos a dar los primeros pasos para que recuperemos la dignidad perdida. Como siempre para todos ¡¡¡BUENA RUTA!!!.
Estoy contigo en todo lo declarado.Animo y mucha fuerza.