EL SUICIDIO DE LA NEURONA.

    Este mediodia en el poligono industrial de un pueblo de La Mancha de cuyo nombre si me acuerdo y famoso, entre otras cosas, por ser la sede central de una conocidisima marca de quesos, me he solidarizado con todos aquellos camioneros que se han acordado de la madre del ingeniero -¿Que culpa tendra la madre?-, pero siempre nos acordamos de ella, que diseño una de las rotondas.

   Imaginense la escena: Avenida larguisima, en obras y por lo que se adivina pasara de ser una via normal a contar con dos carriles en cada direccion. Media docena de rotondas, de esas de las de 300 metros cuadrados en las que caben perfectamente todas las estatuas de Botero y aun asi no se llena, pero con carriles para turismo, como no puede ser menos. Total el ingeniero que la diseño pensaria -inteligente el donde los haya- que a un poligono industrial los que menos van a entrar son los camiones, porque de todos es conocido que la mercancia en este pais quien mas la transporta son los helicopteros. Asi que el bueno del licenciado en la Universidad Internacional de Villajodiche de Abajo, con un masters de esos que cuestan una pasta realizado en las playas de Rio de Janeiro en un viaje de esos de «todo incluido». De regreso a España seguro que entro a currar de becario sin sueldo en la empresa de Pepe Gotera y Otilio, sus papas le compraron para desplazarse un «jodeteuve» gris metalizado. Total que le sale curro de esta obra y despues de recorrer varias veces la entrada y salida del pueblo, sin bajarse del coche -que ya se sabe que hay mucho barro en las obras-, diseña la calle despues de una noche de cubatas de garrafon y, nada, como el ya entro y salio varias veces pues los camiones tambien. Pero como la resaca era de ordago a mitad del recorrido le salio una rotondita y como resulta que no hay terreno en La Mancha, que ya se sabe que es muy estrecha, pues si en las anteriores los carriles eran minimos, en esta la mitad.

  Asi que este mediodia a eso de las 12,30 el bueno de «El chino» sale cargado delante de mi, llega a la rotonda y calcula mal, la paletera del frigorifico se queda empotrada en los bordillos de casi un metro de alto y ni para adelante ni para atras. «El chino» jurando en arameo y yo haciendole los coros acordandonos del ingeniero y de toda su familia desde la prehistoria. Sube suspensiones, pero nada, el Daf patinaba, yo ya me veia llamando a la grua. La caravana considerable y los espectadores salian hasta debajo de las piedras. LLega la policia municipal y sueltan los dos agentes a coro: «Ya eres el cuarto que le pasa lo mismo en dos semanas». A eso le llamo yo dar animos. Por un vez mayoria aplastante de un 100 por 100 de que la rotondita de marras estaba muy mal hecha. Los de las obras desaparecidos, que con los recortes de Cospedal se empieza una obra y se continua a medida que la empresa va cobrando.

   Al final despues de muchos intentos y casi a punto de ayudar un tractor el camion sale, la averia considerable, el espectaculo de pelicula, un poco mas y llega la tele. «El Chino» seguro que aun esta maldiciendo y lo hara durante dos meses. Yo estoy plenamente convencido de que al ingeniero de marras el dia que entro en la universidad se le suicido la unica neurona que tenia.

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