Cuando uno se decide a analizar la situacion que atraviesa este pais es inevitable sufrir un ataque de pesimismo. Nos vemos obligados a la resignacion de tener que sufrir la sobervia de un gobierno que hace de la mayoria absoluta una forma de regir el destino de todos nosotros como si en realidad se tratara en realidad de su cortijo particular en el que puede hacer lo que le da la gana.
Lo unico que nos queda es el derecho al pataleo o al cabreo permanente que nos da la democracia sin saber muy bien si esto sirve para algo o tan solo nos permite un cierto desahogo. Tenemos que sufrir una justicia que se comporta de acuerdo con la capacidad monetaria de los acusados y que se eterniza en procesos judiciales eternos con recursos y recursos de los recursos dictando sentencias de acuerdo con la capacidad de influencia que tengan sobre la misma los acusados o los sectores que les apoyan. Vemos a chorizos de guante blanco pasearse por los juzgados como por su casa, a sinverguenzas que salen absueltos despues de años de tramites judiciales, a yernos famosos que enriquecieron su patrimonio escudandose en fundaciones aparentemente sin animo de lucro que no terminan de dar con sus huesos en la carcel. A veces da la impresion de que estamos en una republica bananera.
Un gobierno que nos recorta derechos elementales y que pretende dejarnos con una sanidad solo al alcance de unos pocos, con una educacion regida por el poder de La Iglesia y gobernando solo para los poderosos. Cualquier dia nos recortara tambien el derecho al pataleo, porque en realidad les molestan aquellos que muestran en las calles su descontento. No somos mas que simples titeres en sus manos y les importa un pimiento si llenamos las calles para protestar.
Es indignante que este pais tenga una tasa de desempleo superior al 27 por ciento, con millones de españoles y de familias sin esperanza de futuro y abocadas a la miseria sin ver una solucion clara. Con un 57 por ciento de paro juvenil con la generacion mejor preparada de la historia sin otra salida que la de hacer la maleta y buscar en el extranjero un porvenir laboral que aqui no tienen.
Asi que no debemos caer en el desanimo y llenar las calles de desccontentos para que se den cuenta de que con nuestro derecho al pataleo les estamos pidiendo nuevas formas de hacer politica con soluciones efectivas y que no nos cuenten cada dia milongas de que estamos en el camino adecuado, que ya se ven soluciones y que el proximo año sera mejor que este porque no nos lo creemos.