Despues de leer el articulo de Javier Marias en El Pais Semanal del pasado dia 26 en el que expone sus dudas sobre la necesidad o no de seguir escribiendo cada semana y las ganas que a veces le entran de dejarlo, tengo que confesar que a mi me ocurre muchas veces lo mismo. Sobre todo, como a el, a principios de enero. No se si es el comienzo de un nuevo año, una cierta dosis de depresion postvacacional, la sensacion de que estoy cayendo en contantes repeticiones al escribir practicamente siempre sobre los mismos temas por mucho que este en desacuerdo con la politica del gobierno, o quiza, la impresion de que no sirve de mucho, pero sin dejar nunca de agradecer a los que tienen la santa paciencia de leerme.
Pero por otro lado, al igual que el gran Javier Marias, siento tambien la necesidad de darle a la tecla para, po lo menos, dejar constancia escrita de mis fobias y mis filias, de mi desacuerdo con la politica de este pais, de las muchas coincidencias que existen entre los dos grandes partidos a la hora de enfrentarse a las grandes cuestiones. El mal hacer del partido gobernante que se esta autodestruyendo solo dia a dia por su alejamiento constante de la realidad, gobernando por impulsos.
La actitud pasiva del principal partido de la oposicion que esta en una especie de punto muerto sin atreverse a dar los pasos necesarios para ganarse el voto de los ciudadanos descontentos, impotente y con la sensacion de estar sin una cabeza visible clara, temeroso de sus propios lios internos como consecuencia de las proximas elecciones primarias. Sin que nadie se atreva a mostrarse en la voz clara del partido por miedo a que sean sus propios compañeros quienes le critiquen y le recuerden que antes tiene que pàsar por la criba de las primarias para poder proclamarse en portavoz de partido.
Tambien me llena de orgullo ver como al PP madrileño no le queda mas remedio que dar marcha atras en sus planes para privatizar la sanidad despues de la larga batalla librada contra su politica por La Marea Blanca a la que felicito por el triunfo de su lucha. Al tiempo que me indigna saber que todos los millones de euros que ha costado hasta ahora la aventura del gobierno madrileño en este intento de privatizacion saldra de los bolsillos de todos los contribuyentes. Cuando deberian pagarlo todos aquellos politicos que iniciaron este intento en contra de la voluntad de los ciudadanos. Por mucho que haya dimitido el anterior consejero de sanidad no es suficiente, tan solo es un parche de cara a la galeria.
Es un ejemplo mas de que es posible hacer cambiar de opinion a los gobernantes y obligarles a dar marcha atras, que se une a lo sucedido en Burgos con el problema de la calle Gamonal, de los casos en los que se ha conseguido librar de los vergonzantes desahucios y de todas y cada una de las manifestaciones en la calle de todos los que nos sentimos engañados y vapuleados por el abuso de quienes creen que pueden hacer lo que les de la gana por el simple hecho de tener mayoria absoluta.
Asi que seguramente tan solo se trata de una depresion pasajera y que seguire escribiendo siempre que pueda en este blog aunque bajen los lectores y llegue un momento en que solo me lea la familia.