A ti que ya habrás llegado a tu destino, hoy te voy a dedicar unas letras. Tu que hace apenas tres horas te pusiste de los nervios porque mi camión te estorbaba en aquel tramo en obras de la autovía. Si a ti, que viajabas con tu turismo recién estrenado, tan centrado e ilusionado en el mismo, que si no  llegas a frenar te llevas por delante los conos naranjas del carril izquierdo, a pesar de que desde 2 kilómetros antes ya estaba el cartel de obras. Seguramente no leerás esto; ya habrás llegado a tu destino ¿En la playa?. ¡Que putada, perdiste un minuto!, aunque daba igual, ya no podrás poner la toalla al lado del agua hasta mañana. ¿ A que hora?, tu veras. Bueno a lo que voy que me lío.

Permiteme una pregunta ¿Alguna vez en tu vida te preguntaste la importancia que tiene el transporte por carretera en tu vida?, ¿No?. tranquilo, yo te lo explico: Veras. Desde el mismo segundo que viviste a este mundo tu vida ya estaba en manos de un conductor. El primero el compañero de la ambulancia que llevaba a tu madre camino del paritorio. ¿Quien sabe si habrías nacido o no? Pero piensa un momento. A partir  de ahí, hasta ahora mismo fíjate. Es mas, cuando por fin conseguiste adelantarme, todo, absolutamente todo lo que estaba en aquel turismo nuevo -a excepción del aire, que es gratis, de momento-. Todo depende en algún momento de la cadena de la vida de un conductor, camionero, o como quieras llamarlo.

Repasa ahora una por una -deja a un lado el manual de instrucciones del coche, ya tendrás tiempo- repasa repito, todo. Desde la comida que esta en tu estomago o no, de la de tu familia que viajaba contigo cuando conducías comiéndote el volante, ansioso por llegar, sin respetar limites de velocidad, de distancia y todo lo demás, esa es otra historia. Pero a lo que voy. Repasa cuantas cosas había en aquel vehículo, desde su composición hasta lo que tu le metiste antes de salir, piensa ¡Por favor!, hoy o cuando quieras, que para eso estas de vacaciones.

¿Que habría sido de tu vida si ningún camionero hubiera salido a la carretera?. Pero claro -ahora habrá quien me tache de ser corporativista-, allá cada cual, a lo que vamos. ¿Serias algo?, piensa. Es mas, mañana después de darte el madrugon para poner la toalla, tu vida seguirá dependiendo de algún compañero mio, incluso de mi, que hoy venia cargado de comida para un almacén que esta muy cerca de ti. Te preguntaras todavía ¿A que viene esto?. Pues mira: Viene porque aun estoy oyendo el pitido que me hiciste al adelantar, no entiendo a que vino, pero lo hiciste, y cuando te di las luces, sacaste la mano izquierda y te marcaste una peineta. ¿Porque si yo si cumplo estrictamente la Ley de Trafico y Seguridad Vial? No se. Pero tengo un sentimiento de pena hacia ti, porque tu mundo es tan corto y pobre que se reduce únicamente a el tuyo propio.

Pero ahora viene lo mejor. Que en el viaje de vuelta de tus vacaciones nos volveremos a encontrar seguramente. Yo seguiré como entonces, conduciendo el mismo camión que te estorbaba. Pero cuando pases te mirare con pena. Porque veras: En vacaciones todos nos pasamos del presupuesto de las mismas. Tu volverás con un cabreo-depresión del 50, las deudas, el trabajo, la familia aguantándola, los niños que quieren parar, tu que no puedes permitirte muchos lujos, pero ellos quieren un helado de un camión parecido al que adelantaste, imagina. Yo parare a comer algo, allí estarás tu, pero lo que son las cosas. A diferencia del viaje de ida en el que el camarero casi no me hizo caso porque prefirió atenderte a ti antes, ahora otro colega suyo casi me hará la ola, porque seguramente yo comeré y tu te quedaras con la familia en el coche comiendo restos, aguantando el lloro de los niños y te dará vergüenza entrar al restaurante solo a los baños. Imagina la cara del camarero, que ademas tiene que ver como el de la competencia de enfrente esta atareado atendiendo a los que ahora hacen el viaje de ida, y para colmo, en el suyo solo paran los de vuelta, con pocos euros y una depre de caballo.

Bueno, no quiero cebarme contigo. ¡Disfruta de las vacaciones y piensa!. Para todos los demás: ¡¡¡BUENA RUTA!!.

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