Son desde hace muchos años mis dos compañeras mas fieles, la noche y la carretera, es mas, la primera me acompaña desde que tengo memoria, de niño, alla en mi amado pueblo leones. Yo era un niño de esos que en los pueblos llamaban «raro», travieso e inquieto de dia, tal vez porque era una especie de burro de carga, el intermedio, o casi, quinto de siete, el de los recados, el de los palos por arriba y por abajo, timido en la soledad, con la noche como aliada, traumado porque un hermano mayor capullo impuso su criterio: «No va a vivir el como un rey y nosotros trabajando en el campo», esa fue su sentencia para que yo no pudiera estudiar, tres semanas o mas llorando desconsolado por los rincones, hasta que me dije: -tendria 7 años- «Vale, pues lo hare por mi cuenta» y asi fue, me escondia en mi sitio favorito, siempre con uno de aquellos libros que me pasaban los otros chicos del pueblo que si tuvieron la suerte de no tener un hermano mayor CENUTRIO y CATETO. ¿Quien con 10 años ha leido Etica y Picoanalisis de Erich Froomm?, yo, mi primer libro, que tenia que guardar para que nadie lo encontrara antes de devolverselo a mi amigo Miguel, ahora misionero en Venezuela. Y la noche como aliada, para pensar, llorar y siempre soñar con salir algun dia de aquella carcel. Mas feliz que unas castañuelas cuando mi tio-padrino Julio me llevaba con el en aquel Avia verde a la fruta a la zona del Levante,¿Entendeis ahora el porque de la otra aliada, la carretera?.
Esa era para mi la libertad, la aventura, conocer tierras y gentes nuevas, hablar con ellas aunque no supiera su idioma, disfrutar -dentro de lo posible- los viajes, para sentirme el hombre mas feliz sobre la tierra, sin miedo, solo curiosidad y que sea lo que el buen Dios quiera. ¡¡Ay la noche y la carretera!! mis dos amigas, complices, fieles como ellas solas, unicas y siempre diferentes.
La noche para refugiarme entre sus oscuros brazos, encontrarme a mi mismo en esa busqueda inquieta e imparable, pensar, simpre pensar, reir y llorar en soledad, con la radio de fondo- se me olvidaba mi otra amiga ¡Perdon! -y alla al fondo siempre dirferente a cada centimetro, la carretera-. Confieso que inmerso en mis pensamientos, mas de una vez me pase caminos harto conocidos, aun me sigue pasando, esta mañana mismo sin ir mas lejos, a pesar de llevar un gps de camion de 7 pulgadas. Otras veces sin mirarlo, como un automata y parar, como lo hacia la mula de Braulio «El cisquero» que repartia carbon vegetal para los braseros por mi pueblo mientras el dormitaba tumbado en el carro la borrachera. Echar el freno de mano del Mercedes 460 y quedarme atonito, alelado, mirando a un lado, justo a la puerta del destino que es etapa, y preguntarme ¿Como coño he llegado aqui si tenia la mente a cientos de kilometros?.
Esto ultimo le habra pasado a muchos de los compañe@s que lean esto; la mente y el corazon lejos, en la casa, en el banco…¿Que se yo?. Pero simpre fieles las tres, incondicionales, sin pedir nada a cambio y dandolo todo. Como son l@s amig@s de verdad, que nunca te fallan por mucho que les pidas, ausentes en presencia fisica, pero que siempre estaran cuando les grites ¡¡Auxiliooo!!. Aunque solo sea para oir su voz y saber como les va esta vida. Si amigos, esta es la solitaria vida que llevamos los que nos dejamos horas de sueño, de fatiga, de cafes y cigarrillos, de conversacion con el compañero que va atras o en cabeza por la emisora, que tal vez nunca vuelvas a ver, o si, pero que ahi estan, porque son una como una prolongacion de ti, como un hermano gemelo. Porque tambien tienen tus mismas e inquebrantables amigas. La noche, la carretera y la radio.
Luego a solas, estara siempre el mejor amigo de todas las personas, el silencioso, el que nunca pide nada, ni siquiera que le quites el polvo que le oprime, el otro, el libro, con mayusculas o como quieras. En fin, hoy tengo el dia sentimental y blandorro, ¡Perdonadme por el rollo!. Pero lo necesitaba y despues de todo este blog no es mas que mi particular sillon de psiquiatra. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.