Hoy seguire escribiendo sobre todas esas custiones mas o menos cotidianas que damos practicamente por imposibles, o casi, pero que no dejan de tener un razonamiento logico, simplemente porque tan solo hace falta que algunas personas hagan lo que deben para que se vuelvan inmediatamente en posibles.
Es imposible, o casi, encontrar un agente de trafico que sepa la cruda y fea realidad que se esconde del aparentemente «trabajo comodo» de nosotros los camioneros -que conste por anticipado que esto no es corporativismo ni mucho menos-, que sepa, sobre todo los que no somos mas que simples asalariados que nos vemos obligados a dejarnos cada dia horas y horas de trabajo, no solo conducir, cargar, descargar, las esperas, etc, para poder llevar a casa un sueldo, cada mes mas menguado y recortado. Un agente, decia, que entienda que a veces nos vemos obligados a trabajar al limite maximo de la ley, e incluso, a veces violarla minimamente, para poder seguir manteniendo un trabajo que nos permite que cada dia en nuestras casas, nuestras sufridas familias, que tiene que soportar nuestra ausencia, sufrir con nosotros por telefono nuestras penas, rezando porque San Cristobal nos mantenga sanos, hacemos nuestro trabajo para que no falte la comida a la mesa. Y salvo algun pirado suicida merecedor implacable de la carcel – que de todo en todas las profesiones-, no somos mas que unos simples trabajadores.
Pero es que ademas nuestro trabajo -ironias de la vida- se parece mucho, pero mucho, al suyo. Porque tambien ellos, los agentes de trafico normales y corrientes, sin galones en las hombreras ni en la gorra, se ven obligados por su trabajo a hacer multitud de horas extras que cobran a precios miserables. Un agente me confeso una vez no hace mucho, que traducidas a pesetas esas horas salian a una media de poco mas de un euro. Confieso que parecia una persona honrada, o tal vez, le pille en un momento de esos que todos tenemos en esta vida en los que necesitamos desahogarnos con el primero que nos mira a los ojos dispuesto a escuchar y no se porque, seria intuicion, le crei.
Sencillamente porque el cuerpo de la guardia civil es un cuerpo militar con un reglamento que apenas ha sido reformado desde su fundacion alla por el siglo XIX, en el que la rebelion a cualquier orden superior se condena de acuerdo al codigo militar. Que por si alguien aun no lo sabe es el unico en Europa que contempla entre sus condenas la pena de muerte.
Seguramente habra quien piense que estoy defendiendo a un cuerpo al que se considera como el enemigo acerrimo de los camioneros. Pero seamos civilizados, sensatos y realistas. Al fin y al cabo en esta vida todo aquello en lo que no intervienen las maquinas y si los humanos esta formado por personas que rien, lloran, aman y odian como cualquier otro semejante, a no ser que sea un troglodita cerebral. Por lo cual esta si es una de esas situaciones cotidianas en que las personas si pusieran lo que deben de su parte aquello que parece imposible, o casi, pasaria inmediatamente a ser posible. Porque esto viene a ser como lo del huevo o la gallina. ¿Que fue primero el delincuente o quien le detenia?.