La huelga general en la enseñanza y las protestas que hasta ahora han tenido como protagonistas a padres, profesores y alumnos, me da la impresion que se la trae muy floja al ministro de educacion Jose Ignacio Wert. El sigue adelante contra todo y contra todos dispuesto a imponer su criterio sirviendose de la mayoria absolutista con la que cuenta su partido. Le da exactamente igual que nadie haya encontrado hasta el momento nada positivo en su reforma de la ley de educacion, que haya muchas comunidades que se han mostrado en contra de su ley y decididas a no aplicarla. Mas bien parece que se trata de un empecinamiento personal del ministro por imponer su modelo educativo que no se sabe muy bien a que intereses particulares beneficia.
Hasta la Conferencia Episcopal ha mostrado su descontento con la ley porque afirman que no protege lo suficiente la asignatura de religion. Claro que si por la Iglesia Catolica fuera volveriamos a los tiempos aquellos del «generalito» en el que se rezaba todos los dias en las aulas, era obligatorio la lectura del catecismo y se nos hacia el lavado de coco suficiente para que formaramos una sociedad catolica, apostolica y romana como mandaban los canones de la buena educacion fascista. No pude evitar un golpe de risa cuando escuche como el portavoz de los obispos criticaba la ley del ministro Wert alegando que no proporcionaba la suficiente formacion religiosa a los alumnos.
Si esta ley tampoco contenta a el sector mas conservador de la Iglesia entonces apaga y vamonos. Porque vista de cerca mas bien parece todo los contrario y se acerca mas a los manuales de adoctrinamiento ultracatolico. Por otro lado ha quedado sobradamente demostrado que esta ley convierte la educacion en algo que estara al alcance de tan solo unos pocos que puedan permitirse el lujo de pagar las carisimas tasas universitarias. Elimina miles de becas, aumenta el numero de alumnos en las aulas al tiempo que hace descender notablemente el numero de profesores. Toda una ley hecha por y para los ricos. Al fin y al cabo a la derecha siempre le ha molestado muchisimo que los hijos de los obreros tuvieran acceso a la educacion universitaria. Para ellos los obreros no somos mas que mano de obra -cuanto mas barata mejor-, que tenemos demasiados derechos y que hay que hacer todo lo posible para quitarnoslos. A esta derecha española que dista mucho de se una derecha europea, moderna y democratica le esta viendo como Dios -nunca mejor dicho- la mayoria absoluta que le dieron en las urnas para hacer lo que le da la gana y tener a la mayoria de la sociedad en contra le da igual, ellos a lo suyo.