En este trabajo del transporte, como en otros, hay semanas buenas, regulares y malas y esta es de las ultimas, de esas que nunca quieres que lleguen pero que de vez en cuando se presentan y no queda mas remedio que tomarsela como viene, tener paciencia y esperar a que pase. Son de esas semanas en que «Las Pepis» y «Los Manolitos»; esos chicos y chicas de la logistica del transporte que planifican los viajes con el mapa de España doblado y se creen que conduces un Ferrari o un Boeing 747, hacen calculos casi siempre equivocados y te llevan de cabeza. Cambiandote los turnos de trabajo y del sueño que es lo peor de todo. Dormir de dia y al siguiente hacerlo de noche no es bueno para el cuerpo ni para la mente y obliga a una tension que por mucho que creas que puedes controlar al final se acaba pagando con cansancio. Sobre todo lo de tener que dormir de dia con estos cambios tan bruscos de temperatura.

   Para rematar la faena con la llegada del verano tambien aparecen los becarios que como siguen al pie de la letra las instrucciones que les dan cogen la lista de telefonos y sin tener en cuenta la hora se dedican a llamar por telefono para saber si cumples con los horarios de llegada y descarga, aunque intentas comprenderles y tener paciencia con ellos, cabrea que te despierten. La de esta noche la pobre se quedo un poco contrariada porque reconozco que a veces no tengo buen despertar, pero despues de las explicaciones quedo todo claro.

    Asi que pido perdon por adelantado por si en esta semana falto algun dia, pero lo primero es intentar descansar lo mas posible para poder estar con todos los sentidos en la carretera. Este trabajo es asi y hay que tener paciencia, que se acabe pronto y llegue el viernes para descansar el fin de semana y recuperarme y esperar que pase mucho tiempo hasta que vuelva otra semana mala, que vendra, pero si tarda años en llegar a mi no me importa nada. 

   Hoy nada de politica, ni de temas de actualidad, aunque ganas no me faltan. Ahora a dormir que  el despertador siempre suena antes de lo que uno quisiera, como nos pasa a la mayoria de los que aun tenemos la suerte de tener trabajo.

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