¡¡QUE DURO ES SER PADRE!!.

   Ayer escribia en esta pagina que para bien, o mas bien, para mal la Casa Real caminaba mas bien a la deriva y mas concretamente el rey Juan Carlos, curiosamente comentaba que no veia el motivo por el cual la infanta Cristina no era imputaada de una vez en el llamado caso Nos y mira por donde, como si yo tuviera algo de adivino, va el juez encargado del caso y hoy decide que la infanta aparezca de una vez como imputada en el caso, ese en que su marido se lo llevaba crudo haciendo gala alla donde se presentaba como gran hombre de negocios, como el yerno favorito del monarca y como representante de una nueva hornada de mecenas alturista que se movia tan solo por un espiritu emprendedor y desinteresado, pero que por la espalda aumentaba considerablemente sus ingresos y se permitia el lujo de comprar mansiones millonarias como si el dinero creciera cual amapolas en el campo, o por arte de magia.

   No quisiera por nada del mundo estar en entos momentos en la piel del rey, a estas horas tiene que estar pensando lo mismo que titulo Almodovar en aquella pelicula: «¿Que he hecho yo para mecerer esto?». El que presumia de padre modelico que caso a su hija mayor con el mejor partido que encontro para ella, a la segunda con todo un deportista de elite, alto, guapo y con tan buena planta que a los ojos de todo el mundo representaban la pareja perfecta y les hacian portadas de las revistas del corazon. Que remato el casamiento de sus vastagos con la union casi perfecta del heredero del trono con nada menos que la nieta de un taxista, ganandose la simpatia de aquellos que tenian dudas sobre la continuidad de la monarquia -aunque en contra de la voluntad de Jaime Peñafiel, ese meapilas con aires de aristocrata-. Pero vamos a lo que me preocupa.

    No es nada facil ser padre, en esto escribo con conocimiento de causa. Porque de una forma o de otra por muy bien que eduques a tus hijos tarde o temprano terminan haciendo algo que no te gusta y si ya son mayores de edad no es facil ni juzgarles ni convencerles de su error y siempre tratas de llevarles por el buen camino, pero aun asi, terminan dandote disgustos. Esto es lo que le preocupa ahora a Juan Carlos, ¿Que pasara con su hija » im-pu-ta-da» por casarse con el duque «em-pal-ma-do» al que le gustaba meter la mano en la caja del dinero facil y corrupto?. Asi que menudo panorama tiene el pobre, operado de casi todo y encima con dolores continuos de cabeza.

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