Han pasado dos días de la desgraciada muerte de cuatro personas, dos de ellas camioneros, en el lamentable accidente ocurrido en la N-340 a su paso por El Perello en la provincia de Tarragona. Otro accidente de trafico-laboral mas que sumar a los que acumula esta carretera nacional, que para desgracia de nosotros los profesionales del volante, ya se empieza a conocer como «La carretera de la muerte». Produce autentica vergüenza ajena que en pleno 2015 y con una autopista paralela a esta vía, aun tengan que seguir circulando los camiones, autobuses y vehículos de transporte; tan solo por el egoísmo y la desidia de unos gobernantes, que valoran mas lo intereses económicos que las vidas de las personas. Lo que me lleva a preguntarme -da igual en plural que en singular- ¿Cuanto vale tu vida?.
En este caso en singular, sencillamente porque para nosotr@s, cada vez que un compañer@ deja su vida en la carretera, muere también un poco de tod@s nosotr@s. Una de las carreteras nacionales que mas trafico soporta, aumentado en estas fechas estivales por la de los vehículos de las personas que pasan sus vacaciones en esta costa Mediterránea. Camiones obligados por esta crisis que nos atenaza a circular casi obligatoriamente por esta vía. Sin que las autoridades que tienen competencias para ello tomen cartas en el asunto. Se limiten a promesas que llueven sobre promesas anteriormente incumplidas. Da exactamente igual que sus soluciones «globo sonda» sean de una autovía o de liberalizar la autopista. Son tan solo eso, promesas incumplidas. Intenciones muy bien diseñadas para dejar pasar el tiempo, que otra noticia tape la del accidente anterior, y vuelta a empezar.
¿Cuanto vale la vida de una persona? Personalmente no creo que se pueda valorar en una cantidad económica, sobre todo para sus familiares mas directos. ¿Acaso no tienen un mínimo de humanidad aquellos que tienen la capacidad y el poder de cambiar esta situación? ¿Cuantas personas mas tienen que morir? Sin ir mas lejos hoy mismo se ha producido otro accidente prácticamente en el mismo punto de hace dos días en el que ha fallecido otra persona. Justo cuando se termina de conocer la noticia de la muerte de una cuarta persona del producido hace dos días.
Ahora nos vienen en plena campaña electoral con mas promesas. La ultima la de la Ministra de Fomento Ana Pastor de mostrarse dispuesto su ministerio a bonificar este recorrido para los camiones. Como si las autopistas fueran su territorio particular, su cortijo en el que pueden hacer y deshacer lo que les de la gana. Como si el dinero que costaron en su día estas autopistas no estuviera mas que amortizado. Incluso rescatados de la ruina económica a costa de nuestros impuestos mas de una vez. Algo que, lógicamente les convierte en propiedad del Estado. Y que yo sepa el Estado somos todos los habitantes del país. No solo cuando a ellos les interesa y se muestran dispuestos a hacer con sus bienes lo que les da la gana.
Pero en este tema de las autopistas hay para escribir varios tomos. Sobre todo cuando terminada la concesión de la explotación a las empresas privadas en el año 2000 después de 25 años, el gobierno de Jose Maria Aznar decidió conceder otros 25 años mas de explotación de estas vías a las empresas privadas. Dejando pasar una magnifica oportunidad para que pasaran a ser publicas y gratuitas. Pero ya nos tienen acostumbrados a desmantelar y malvender todo lo publico para beneficiar únicamente los intereses de las grandes empresas y de las multinacionales. Esas que solo miran la cuenta de resultados y tienen una avaricia desmedida para ganar dinero. Importándoles muy poco, o nada, las vidas de las personas.
Veremos en que terminan esas promesas, si son simple humo, salir del paso, pasar la patata caliente a futuros gobiernos. Y mientras tanto que sigan muriendo personas y compañer@s en esta maldita carretera. Algo indignante y propio de un país que cada día se parece mas a una mala república bananera, donde los gobernantes hacen lo que les da la gana. ¿Cuanto vale tu vida compañer@? La solución tod@s la sabemos, si reflexionamos un momento. Pero como nos hemos vuelto ovejas que van resignadas al matadero sin atreverse siquiera a levantar la voz, pues así estamos. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.
Más que parecerse a una república bananera yo diría que cada día se parece más a lo que siempre fue… una dictadura encubierta, pero cada uno que haga su propio juicio. Un saludo y buena ruta Julio..