Mientras los ganaderos españoles están que se suben por las paredes y mas arriba, con el precio de la leche -eso si tienen la suerte de encontrar comprador- sus colegas franceses la están liando gorda, en su estilo, con cortes de carreteras incluidos, como no podía ser de otra forma. Algo que ha provocado la reunión urgente del gobierno galo para tratar de atajar el problema cuanto antes.
Vamos igualito que en esta España nuestra, pero justo al revés. Allí mas allá de Los Pirineos en esto de reclamar derechos y defender lo suyo nos llevan siglos de ventaja. Mientras aquí estamos enfrascados en poco menos que hacer bueno el eslogan aquel de la multinacional sueca de: «Bienvenido a la república independiente de mi casa», ellos están a lo que les interesa, que no es otra cosa que defender lo suyo, en este caso la leche. Que las vacas no entienden de fronteras, pero los euros si, en este caso muchísimo.
Porque el principio por el que se rigen, similar al de los alemanes, es primero lo suyo y después el resto. En temas lácteos, como es el caso, saben muy bien como defenderse, si tienen que recurrir al corte de carreteras, no hay problemas. Con una gran diferencia, con 5 gendarmes vigilando por cada 100 ganaderos. Ellos quemando alpacas en las autopistas, cortando el trafico, mientras los agentes se preocupan de que las llamas no lleguen al campo, y poco mas. Incluso pidiéndole fuego para el cigarrillo si hace falta, al que llevaba el mechero mientras los ganaderos abrían el camión de mi amigo Victor Alonso y se entretenían en darle patadas a las sacas de almejas que trae cada semana desde los puertos del Mar del Norte, eso si, sin pasarse mucho en el maltrato animal.
¿Se imaginan aquí la escena? Serian 100 guardias por ganadero y pobre del que se le ocurriera invadir la vía sin chaleco reflectante y sin pedir permiso al oficial al cargo para cruzar como mucho la carretera. Eso sin contar las interminables reuniones del gobierno, teléfono rojo en mano, para mantener permanentemente informada a la señora Merkel del resultado de las negociaciones, si las hubiera, con promesas de terminar con la crisis antes del almuerzo, no sea que nos vayan a tratar allá en Bruselas de terroristas.
Uno que es hijo de agricultores -y a mucha honra- no puede por menos que sentir vergüenza ajena. Que España sea precisamente deficitaria en productos lácteos, que tengamos que importar la leche y que no se quiera la española, ya clama al Cielo. Todo porque en esa Europa que tanto admiran los gobernantes, pintamos muy poco, como mucho para decir «Amen» a todo. No tener capacidad para imponerse y hacernos respetar. Al igual que los ganaderos franceses o alemanes. Primero lo nuestro y después el resto. Esta muy bien eso de la solidaridad, del mercado único y lo que quieran, pero que se lo cuenten a los ganaderos españoles que tienen que ver como se desprecia su leche, teniendo que ir poco menos que pidiendo ¡Por favor! que se la compren, mientras ven con sus propios ojos como entran millones de litros de Europa.
Esta muy bien eso de la libre circulación de mercancías y personas. Pero todo este problema que padecen nuestros ganaderos -como muchos otros- es una de las consecuencias de las políticas neoliberales en las que todo vale con tal de beneficiar a las multinacionales, no se nos vayan a cabrear, a cargo de los ciudadanos. Las empresas están para ganar dinero, y si encima se les da carta blanca, mucho mejor para ese apetito voraz que no conoce techo a los beneficios.
En este caso las potentes multinacionales lácteas mundiales se han ido apoderando poco a poco del mercado, en España carta blanca, que mientras nosotros nos miramos el ombligo, ellos están a lo suyo. Aplicando precios de hace mas de 10 años a los ganaderos, en un mercado liberalizado desde el pasado 1 de Abril, mientras los costes de producción no dejan de subir. Aprovechándose de ese carácter tan español de pelearnos entre nosotros, de ir solo a lo nuestro mas cercano, por esa falta de solidaridad cuando mas hace falta.
Porque nadie se engañe, se trae leche de fuera, a precios mas elevados, y lo que es mas grave, de peor calidad. Justo la que allá les sobra a esas multinacionales. Mientra sel gobierno mira para otro lado, pone un parche mas en una rueda que ya no aguanta mas y se despreocupa totalmente de arreglar lo nuestro con la disculpa de que son normas de la Unión Europea. Porque un gobierno que no cuida, protege y promociona sus materias primas esta condenando a un país a la ruina. Se trata de ser prácticos, no de poner a burócratas al frente de organismos oficiales que creen que la leche la dan las estanterías de los supermercados.
A este paso ¿Que futuro les espera a los jóvenes ganaderos españoles? ¿Se tendrán que reciclar y convertirse en guías turísticos de parques temáticos? Aquí no valen las promesas que llueven sobre promesas incumplidas. Se trata de dar soluciones claras, rentables y definitivas a un sector primordial para el país.
Totalmente de acuerdo!