HISTORIAS DE LA CARRETERA. 10.

Para ser la décima de esta serie de historias de la carretera me hubiera gustado que fuera alguna alegre, pero como suele decirse: «El hombre dispone y Dios dispone». Por lo que en contra de mi intención la de hoy estará dedicada desgraciadamente a un compañero, ya que un camionero lo sigue siendo hasta después de dejar este mundo, de cuyo fallecimiento me entere ayer, por esos avatares que tiene el destino y la carretera que nos obliga a veces a enterarnos de las noticias demasiado tarde. Como dice Joaquín Sabina «La muerte es celosa», así que hace dos meses se llevo con él a Jesús Estarrona, con 58 años, camionero donde los haya. De Vitoria y del Alavés siempre, vasco autentico, grande de estatura y como persona muchísimo mas. De esos como a mi me gustan las personas, de los que te dicen a la cara lo que piensan sin cortarse un pelo, lo que sea, como si te tienen que decir «Eres un hijo de…..» Pero con los que después te puedes tomar un café si tu eres igual que el y ya tienes un amigo para toda la vida, un amigo autentico.

Conoci a Jesus recien llegado a trabajar a Navarra hace ya mas de 15 años, trabajaba al enganche en la empresa que yo empezaba Transportes Oteiza S.A. Una empresa de esas que crean escuela, donde se trabajaba duro, pero siempre bien valorado y pagado, pero siedo siempre como es la gente por estas tierras, sincero y autentico, asi era en aquellos años, ahora desgraciadamente no, pero ese es otro tema. Todavia tengo reciente en la memoria, como si hubiera sido hace media hora, la primera vez que vi a Jesus. Moreno, de casi dos metros, con bigote, una sonrisa permanente y las manos siempre dispuestas a ayudarte en lo que fuera, pese a ser un enganchado. Sus guantes eran los primeros cuando soltabas o enganchabas una plataforma, tenias que meter palets en la paletera o lo que fuera. Sin miedo, ni mucho menos, para ir a cualquier lugar de Europa, como se iba entonces, con un mapa y preguntando si no sabias. Menos mal que en la empresa habia la norma de hacer planos a boligrafo en una hoja cuando alguien iba por primera vez a un sitio.

Pero a pesar de todo muchas veces te tocaba una primera vez.. Aunque los viajes no coincidieran mucho Jesus acompañaba a cualquier compañero hasta que ho quedaba mas remedio que separarse. Jesus era como ese hermano mayor con el que vas a cualquier parte sintiendote seguro. Siempre alegre y solidario. En los viajes con el la emisora ardia, le gustaba la conversacion, el buen humor y contar y escuchar historias. Para todos los compañeros Jesus Estarrona era unico e irrepetible. Se que tenemos la costumbre de hablar siempre bien de los fallecidos, pero de Jesus seria imposible mentir. Seguramente alguien que lea esto podra confirmar lo que digo. Era de esos hombres unicos, con multitud de amigos que darian la vida por el si hiciera falta.

Un dia se canso de tanta carretera, de las decepciones en otra empresa a la que se fue con la promesa de ganar mas. Vendio el camion y se puso de repartidor con una furgoneta, ansioso como estaba por pasar mas tiempo con su familia. Confieso que entonces comence a perderle la pista en su vida diaria. Yo deje Oteiza harto de hacer internacional, buscando mas tranquilidad, cuando me cruzaba con algun excompañero hablabamos de pasada. Como muchas empresas comenzo aquel baile de trabajadores. Total que ayer hablando con Chema que aun sigue en ella me dio la fatal noticia. Estarrona habia muerto, una infeccion a la que no hizo caso, como siempre el autentico Estarrona que no le temia a nada, no le dio importancia, penso que se pasaria, total que cuando le ingresaron ya la tenia por todo el cuerpo y no se podia hacer nada..Confieso que he tardado en reaccionar, aun no me lo creo. La muerte que es celosa y cruel se lo llevo a dormir con las estrellas. Precisamente siempre se lleva a la gente buena primero. ¡¡Descansa en Paz AMIGO!!!.

Tampoco quiero perder la ocasion de recordar aqui a Sergio Mancha, otro amigo que se fue hace un mes. A el dedicare la proxima historia, cuando me haya recuperado de perder a tantos amigos de verdad, amigos y compañeros ante todo. En fin no queria escribir esta historia nunca, pero es de justicia que lo haga en memoria de esos camioneros de verdad que dejan su vida y su salud en esta profesion tan amada y tan odiada a veces….¡¡¡BUENA RUTA!

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