Pasada la Semana Santa, esa que todos los años procesiona no ya solo con imagenes religiosas, devocion, turismo de calle y de viajes largos por carretera, vuelve de nuevo la cruda realidad. Curiosamente hoy veo a la ministra «del desempleo» Fatima Bañez, -esa que esta convencida de que la intercesion de una de las tantas Virgenes de este pais vela por todos nosotros-, decir publicamente y sin inmutarse lo mas minimo que «España ya esta en otra realidad». ¡Toma ya!, como tiene que ser con un par de narices y sin cortarse un pelo de ese que luce entre irregular y mal peinado.
Como si pensara, puede que este convencida, de que los españolitos nos seguimos chupando del dedo y que por el simple hecho de ser ella quien es y tener el cargo que tiene, ya nos tenemos que creer todo aquello que el gobierno nos dice. Tal vez sea que no son otra cosa que nostalgicos del aquel pasado gris de la historia en la que todo lo que decian los gobernantes de turno era casi como la palabra del mismisimo Dios. Principalmente porque no habia otros medios de informacion que los suyos previamente domesticados.
Y claro, una cosa lleva a la otra, ajenos completamente a la realidad social, viven en su propio mundo, ese al que acceden los gobernantes cuando llegan al poder, llenos de la soberbia a la que todos se aferran, cargados de sueldos millonarios, dietas, coche oficial, asesores de turno que nunca he entendido muy bien que sentido tienen, tal vez sea porque la señora Bañez no tiene ni repajolera idea de las competencias que le son propias; y todo aquello que los currantes de a pie casi odiamos. Porque nosotros si que sabemos lo que es la realidad diaria, lo que cuesta llegar a fin de mes los que aun tenemos la suerte de tener un puesto de trabajo cada dia mas devaluado economicamente.
Pero estos politicos que nos han tocado en suerte y de los que tambien somos culpables de su exitencia por haberles dado el voto, que da igual de que partido sean, sobre todo los dos mayoriatios, siguen erre que erre, machacando con lo mismo, soltando la misma demagoga palabreria por sus bocas. Ajenos completamente a un pueblo que cada dia tiene menos paciencia, que cada segundo que pasa se encuentra mas al limite, con situaciones personales y familiares mas dramaticas a cada momento. Salpicacos por un paro cruento y terrible al que no ven una salida, por no hablar de precariedades y contratos laborales que rayan la escalvitud casi medieval. Ese pueblo llano -decia- tiene que llegar un momento en el que explote cual bomba de relojeria que acelera su tiempo con el mismo ritmo con el que se llena un globo de forma continua. Harto de que se rian en su propia cara con el descaro cinico del que ellos hacen gala. Desengañados de una democracia que no es real, de los privilegios y derechos de pernada de gobernantes y de una monarquia que continua viviendo a todo lujo, como si aqui no pasara nada, esto fuera el pais de las maravillas y todos los ciudadanos normales y corrientes tuvieran cada dia la misma vida que ellos disfrutan.
Lo que no entiendo es como despues de todo este tiempo de crisis salvaje y despiadada no se han llenado ya las calles de los millones de españoles que muestran su descontento diario. ¿Sera que somos un pais de quejarse en el bar y mirarse al ombligo solo con los allegados?. La verdad es que no entiendo nada, que me perdone quien se ofenda, alla el y su conciencia, pero yo, insisto, no entiendo nada. Viven ellos en su propio mundo y todo sigue igual.