Hoy que es 1 de mayo y que se le conoce internacionalmente como el dia del trabajo o de los trabajadores se hace mas urgente que nunca la busqueda de soluciones urgentes que terminen de una vez, o en gran parte, con el drama del desempleo en España. Si uno escucha hablar a los partidos politicos y a los sindicatos en este dia, todos se muestran partidarios de un gran pacto a nivel nacional entre todos los interlocutores sociales que frene este grave problema, pero nadie da el primer paso. En este caso le corresponderia al gobierno poner sobre la mesa al resto una serie de medidas y sobre ellas iniciar un dialogo en el que participaran todos y del que salieran soluciones efectivas. Pero lamentablemente no quiere o no puede. Tal vez porque plantear claramente el problema les supone reconocer que toda su politica de recortes y de recesion social que han aplicado hasta ahora ha sido un sonoro fracaso. Seria lamentable que por una simple cuestion de orgullo personal y politico no tuvieran la suficiente honradez como para plantarle cara a este gravisimo problema.

   El parado que sufre en sus carnes el desaliento diario de no encontrar un empleo y que ve como pasan los dias y merman sus posiblidades de encontrarlo al tiempo que su situacion personal se va haciendo cada dia mas y mas dramatica; no entiende en reslidad de una verdadera opcion politica. Lo unico que quiere son soluciones efectivas, que se termine de una vez su desesperacion. Le da igual en realidad de que lado vengan y quien las lleve a la practica. Es por ello que ya va siendo hora -aunque ya hace mucho tiempo que deberia estar funcionando-, un verdadero pacto a nivel nacional que afronte de una vez por todas el drama del paro.

    Un pais como el nuestro con una tasa de mas del 27 por ciento de desempleo, que tiene la generacion joven mejor preparada de su historia con un paro cercano al 60 por ciento, no puede seguir asi. Deberia caersele la cara de verguenza -si la tuviera-, a Rajoy. Ya no es una cuestion de aciertos o fracasos y de enrocarse en politicas que han quedado sobradamente demostradas que son erroneas. Bastaria un simple ejercicio de honradez reconociendo que se ha equivocado -que se lo agradeceriamos todos- y plantarse delante de lideres politicos, sindicales y economicos, sentarles a todos en una mesa y que no se levantara nadie de alli hasta que no quedaran plasmados en un acuerdo colectivo autenticos acuerdos en los que todos aportaran su parte para acabar con este drama.

   Mientras esto no ocurra todo seguira siendo lo de marear a la perdiz y aumentar nuestro desencanto con aquellos a los que les hemos dado nuestra confianza, algo que ya han conseguido. Siempre es buen momento para rectificar y ya va siendo hora de que lo hagan. ¿O no?.

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