Me indigna ver como aun hay «compañeros» que defienden poner el imán para trabajar. Incluso no se cortan un pelo en soltar toda clase de improperios contra los agentes de trafico cuando son objeto de una denuncia por su utilización. Personalmente pienso que su modo de actuar es una muestra absoluta de irresponsabilidad, valorarse muy poco como personas y como profesionales, ser absolutamente insolidarios, ilegales, y todo aquello que se pueda decir. En definida, jugar a la ruleta rusa. Pues nada «colegas» vosotros seguid así, que vais camino de la autodestrucción y jugando, no solo con vuestra vida, también con la del resto de los que estamos en la carretera.
No me valen las disculpas de algunos de que lo hacen por imposición de su jefe. No me vale eso de que «esto es lo que hay», escudarse en que si no lo hacen son despedidos, en el caso de los asalariados, sencillamente porque afortunadamente hay muchas formas de denunciar este tipo de acoso laboral, de manera totalmente anónima. Es mas las autoridades competentes en la materia están encantadas de recibir este tipo de denuncias. Saben muy bien como actuar en estos casos. Aplicar la ley con toda su dureza sobre esos empresarios sinvergüenzas, y quitarles para siempre las ganas de volver a actuar así. Conozco mas de un caso en el que esta siendo tal el montante económico de las denuncias recibidas por la empresa que a la tercera denuncia recibida -y han sido muchas mas- prohibió terminantemente a sus conductores continuar con las ilegalidades y les ha obligado por escrito a cumplir la ley a rajatabla. No ha despedido a ningún conductor y la forma de trabajar ha cambiado para mejor.
La ley esta para cumplirla, nos guste o no. Si no es justa en una democracia hay mecanismos para cambiarla. Pero tenemos que ser plenamente conscientes de que si queremos que el transporte sea justo debemos competir todos con las mimas reglas. Cumplir la ley y trabajar todos con las mismas normas, sin cartas marcadas. Después que el mas competitivo se lleve el gato al agua. No vale estar quejándose constantemente de que el transporte es una mierda, para que después cada uno haga lo que le de la gana, y si no le dejan, despotricar contra el resto. Por supuesto que tienen que ser las autoridades las que apliquen las leyes a todos por igual, con toda su dureza. Sin importarles la nacionalidad, el volumen económico de la empresa, ni sus posibles influencias corruptas.
Ademas hay que ser plenamente conscientes de los riesgos que se corren cuando alguien decide poner el imán y cometer una ilegalidad. No solo ya que vayan a ser motivo de una sanción económica, que no deja de ser una falta administrativa. También de las responsabilidades penales contra terceros en el caso de un accidente de trafico. Porque ante cualquier ilegalidad el seguro se lavara automáticamente las manos. Pagara los daños a terceros recogidos en la póliza, pero inmediatamente repercutirá ese dinero sobre el conductor del camión. Lo que supondrá su ruina económica y la de su familia. Ademas el empresario inmediatamente se lavara la manos cual Pilatos. Dira que su empleado puso el imán porque le dio la gana, que su empresa cumple la ley; incluso lo demostrara con un papel firmado por el propio conductor si hace falta. A partir de ese momento si que comenzara un autentico calvario para el compañero, y a mi, ni a nadie, nos gustaría estar en su piel.
No me valen las excusas, por mucho que intenten justificarlas, ni de los conductores asalariados, ni de autónomos o empresarios ante este problema, no son mas que una muestra de irresponsabilidad, repito. Tenemos que conseguir entre todos que el transporte sea autenticamente profesional en todos los aspectos. Que los empresarios cumplan todos la ley, porque las empresas se tienen para ganar dinero y deben competir todos con las mimas reglas. Del mismo modo que los empleados tienen que ganar un salario justo y cumplir la ley por igual, y a partir de ese punto quien sea mas profesional que el resto que gane mas, pero siempre, repito, dentro de la legalidad.
Del mismo modo que aquel que pone la primera vez el imán para su propio interés, no puede quejarse después de que le obliguen a ponerlo, porque al hacerlo el primer día ya se ha convertido en cómplice ilegal. Tampoco me valen los que se consideran mas «listos» que el resto y se creen -ilusos ellos- que van a conseguir engañar a las autoridades. Desconocen absolutamente la realidad. Antes de que un tacografo sea aprobado e instalado en un camión, el mismo fabricante ya ha informado a las autoridades de todos los países en los que es obligatoria su instalación de las posibles manipulaciones y de como detectarlas, que nadie se autoengañe.
A partir de aquí soy plenamente que se generara la consiguiente polémica. Yo me limito a dar mi punto de vista. Por supuesto cada cual es muy libre de opinar lo que quiera al respecto -faltaría mas- pero me permito sugerir un poco de cordura antes de opinar, y si hubiera debate, que sea civilizado, que ya somos mayorcitos. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.