PRACTICAR LA REVANCHA.

    Leo hoy, no sin cierta indigancion, en la prensa leonesa que el Ministerio de Fomento que dirige Ana Pastor bajo las ordenes del rey de la duda Mariano Rajoy ha pedido a la UE 125 millones de euros para continuar las obras del Ave, pero no para terminar de una vez el enlace que unira Leon con Asturias, sino para acabar el que se dirige desde Madrid hacia Galicia pasando por la provincia de Zamora. Dejando asi paralizadas una vez mas las obras que inicio el anterior gobierno y que llevan ya mas de dos años de retraso y que tienen toda la pinta de ser las de «nunca acabar». Dejando una vez mas a la provincia leonesa abandonda a su desgraciada suerte, sin inversion publica, con una mineria que vivie su agonia final, una desindustrializacion galopante, paro, no solo juvenil -que ya es dramatico-, y como muestra de que no interesa ya a nadie, ni siquiera a los dirigentes populares provinciales, la suerte que pueda correr mi querida tierra leonesa.

    Esta claro que en este pais siempre se ha gobernado no solo de acuerdo a la ideologia del partido ganador, sino tambien en consonancia con las simpatias regionales del lider. A Felipe Gonzalez se le acuso en su dia de que solo le preocupaba su tierra andaluza, de haber unido todas sus provincias por autovia, de la Expo 92 y de todo aquello que sirviera para criticarle. El gobierno de Aznar tambien tuvo que soportar las criticas en su momento cuando parecia desviar toda la inversiones hacia la Galicia del «gran patron» que era Fraga. Zapatero soporto lo suyo por que parecia mirar tan solo hacia Castilla y Leon y especialmente a esta ultima. Ahora Rajoy para no ser menos hace lo propio priorizando de nuevo a los gallegos sobre el resto de los ciudadanos.

   Da la impresion de que es igual quien nos gobierne, siempre hay que practicar el revanchismo politico castigando convenientemente a los ciudadanos de la region del anterior gobernante como si estos fueran los verdaderos culpables de que en su momento los otros consiguieran el poder. No cuenta para nada lo que se supone en un autentico gobierno democratico y plural que no deberia de hacer distinciones de ningun tipo y hacer de la politica ese noble arte que se le presume de justicia para todos por igual, sean gallegos, vascos, catalanes, andaluces o de Villajodiche del Paramo. Pero no, eso no entra en sus estrechas mentes, hay que gobernar con la entrepierna en lugar de hacerlo con la cabeza. Hay que cabrear al personal lo suficiente para que en un supuesto acto de contriccion se arrepientan de haber tenido entre sus paisanos a los anteriores dirigentes; como si se tratara de una especie de castigo celestial, porque el poder en este pais nuestro de cada dia se ejerce visceralmente y con segundas intenciones, nunca-por supuesto-, con dignidad y honradez. Vivir para ver.

 

 

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