«Mejor no inviertas en León, vete a otra provincia»

«Mejor no inviertas en León, vete a otra provincia», esas fueron las palabras-consejo que me dijo un amigo hace dos días. Él, resignado y rendido ya después de tantos años intentando progresar con su pequeña empresa en León, se sentía derrotado y abandonado, sobre todo por las instituciones provinciales, esas que, se supone, tienen que preocuparse de que las industrias de León vayan a mejor.

Uno, que se ha dejado la piel, el dinero, muchas horas y fatigas, intentando, como mi amigo, progresar e intentar hacer rentable un proyecto que ya va por su tercer año, como es Diario de Transporte, las palabras de mi amigo, me han hecho reflexionar detenidamente, han frenado mi ilusión al tiempo que han incrementado mis dudas sobre si de verdad merece la pena seguir adelante con la empresa en Leon o, tal vez, sea mejor buscar otros emplazamientos en el territorio patrio, donde de verdad haya políticos e instituciones interesados en que las empresas progresen y generen empleo y riqueza.

Porque desde que comencé esta aventura, no me he encontrado más que buenas palabras para quedar bien, ánimos que suenan a cumplidos y poco más. Tal vez porque, desgraciadamente, León arrastra una triste historia de politicos gobernantes que, más que beneficiar a la provincia leonesa, la han traicionado vilmente. Han cerrado sin compasión sus minas antaño generadoras de empleo y progreso, más de una empresa emblemática ha quebrado por abandono institucional y otras se han tenido que marchar fuera porque aquí, donde, la verdad, es muy duro emprender.

Uno, que tiene una empresa, cuyos únicos ingresos, como todos los medios informativos, vienen de la publicidad, tiene que oir de boca de un responsable de prensa de una institución provincial como afirma que no es rentable para el organismo oficial hacer publicidad en un diario digital de alcance mundial, sencillamente porque: «No va a venir a esquiar a León uno de Zaragoza». Ahora permitidme una pregunta: ¿Es para alucinar en colores o no?.

Pues este es solo un ejemplo del espíritu gubernamental provincial que rige nuestros destinos, que a la hora de acudir a las urnas hemos puesto en manos de auténticos incompetentes, más cegados por aquello que viene de fuera del límite provincial, que de lo propio, más dispuestos a ponerle alfombra de oro al extraño que al paisano. Más preocupados de su propio bienestar con complejo provinciano que de intentar dentro de sus posibilidades que León sea conocido más alla de ese límite provincial.

Es posible, tal vez, quien sabe, que uno de Zaragoza no venga a esquiar a Leon, pero seguramente no vendrá, ni el ni otros, si no saben que en Leon hay estaciones de esquí, si no se le da la oportunidad de conocer de alguna manera todas las riquezas monumentales y paisajísticas que tiene nuestra provincia. Sobre todo si ese jefe de prensa tiene la mentalidad propia del denostado funcionario que acude cada día a fichar a su trabajo y echa más horas con un café en la mano que en otros menesteres. Pero que además solo se implica con aquellas amistades en ese intercambio soterrado de favores y luego ya veremos. Porque seguramente aquella prensa que no es afín a sus ideas o la de quienes le pusieron en el puesto, le produce urticaria mental. Pero no sólo las instituciones, también más de un empresario acomodado con sobrevivir que en invertir unos euros en salir de los límites provinciales.

Seguramente con estas palabras me estoy dando ahora un tiro en el pie. Pero mejor herido que muerto por no decir lo que pienso. Así que, seguramente tenga mucha razón mi resignado amigo cuando hace dos días me bajó la moral a los pies con su lapidaria frase: «Mejor no inviertas en León y vete a otra provincia». Veremos si, desafortunadamente, no tengo que hacerle caso. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

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