Sufriendo los calores de Sevilla y harto de esperar. Estaba yo pensando que con casi 53 años nunca aprendere. Todavia sigo pensando que queda en este mundo gente de palabra, personas dispuestas a cumplir aquello que prometen y a lo que se comprometen. Pero una vez mas me he dado cuenta de que no. Seguramente que todavia hay quien es fiel a sus compromisos y los cumplen, mal nos iria si no fuera asi. Pero a lo que yo quiero referirme es a aquellos que te convencen con sus promesas y que despues te desilusionan cuando ves que son incapaces de hacer frente a ellas, y lo que es aun peor, no tienen el valor suficiente para dar la cara y decir la verdad.
En fin, una decepcion mas, «¿Que es una raya mas para un tigre?» que canta el Gran Sabina. Una experiencia mas que acumular en un zurron que ya empieza a estar lleno de promesas incumplidas y de desengaños con gente que crees que merece la pena y que luego resulta que no es asi y muestra su verdadera cara.
Espero que en el caso concreto que me ocupa al menos algun dia tenga la decencia de darme una explicacion que, aunque no sea mas que una disculpa, deje al menos mi amor propio menos herido. Y que la aventura que acaba de empezar sea algo mas que un corta y pega porque eso lo sabe hacer cualquiera, pero me temo que no da para mas que para copiar a otros y apuntarse exitos que no le corresponden, los hechos hasta el momento asi lo demuestran por mucho que presuma de independencia.
Si algun dia me demuestra que estaba equivocado no tendre ningun inconveniente en reconocerlo publicamente en esta pagina, pero de momento solo promesas y ninguna realidad, ¡¡Que pena!!, con las buenas intenciones que prometia. Que siga mintiendo y engañando que su futuro sera negro y decepcioante para los que aun le creen, me temo que cada vez son menos. De todos modos ¡Suerte!, que la va a necesitar.