FUEGOS ARTIFICIALES.

Observando la realidad cotidiana de este país nuestro, uno tiene la sensación de que nos importan más los fuegos artificiales, las noticias promulgadas a bombo y platillo, previa masificación en todos los medios, que aquello que nos afecta más directamente en nuestra vida cotidiana. Vamos que es mucho más importante si Valentino Rossi fue quien empujo a Marc Márquez, o al revés, que se haya dictado una sentencia en la que se mas o menos se viene a culpar al camionero que fue objeto de un robo en un área de servicio, por no estar permanentemente despierto por si llegaban los ladrones.

Que sí, que está muy bien informarse de todo, pero no me negaran que, a veces, tanto exceso llega a cansar y produce cierto hartazgo. Que llevamos varios días dándole vuelta a la famosa caída en la carrera del pasado domingo como si en ello nos fuera la vida. Cuando en cambio hay cuestiones mucho más cercanas, que nos afectan más directamente, y que como suele suceder con mucha frecuencia, preferimos mirar para otro lado. Evadirnos con cualquier tema como si con ello se solucionaran los problemas ellos solos.

Nos la meten doblada constantemente en este circo mediático de intereses previamente cruzados para que nos olvidemos de los problemas cotidianos. Seguramente a todos los ciudadanos de Cataluña que están padeciendo en sus carnes más directamente las consecuencias de esta maldita crisis, les interese mucho más saber qué políticas van a aplicar sus gobiernos para solucionar sus problemas más acuciantes, que todo este embrollo de la independencia en el que se han metido el gobierno nacional y el autonómico. Pero no se nos muestra esa otra realidad muchísimo más dura de marginación social, eso no, es preferible bombardearnos constantemente con el problema independentista como si en ello nos fuera la vida. Sirva este caso únicamente a modo de ejemplo del resto.

Seguramente que en todo esto los ciudadanos tenemos mucha culpa por seguir como corderos la dirección que otros nos marcan. Capaces de enzarzarnos entre nosotros mismo en debates verbales que pueden generar en violencia física. Pero no somos capaces de hacer nada por presionar a los gobernantes para que den un giro radical en su forma de actuar, y comiencen a preocuparse de nuestros problemas cotidianos y ponerles remedio.

Pues tres cuartos de lo mismo viene a suceder a diario en el transporte. Arrastramos esta situación desde hace muchos años. Hemos dejado crecer la montaña de los problemas lenta e inexorablemente mientras mirábamos para otro lado, con la esperanza inútil de que tal vez los problemas se solucionarian solos. Puede que, incluso, más preocupados de las vidas ajenas que de las propias. Lamentandonos en los sitios de siempre, pero nada más. Ahora, cuando la situación ya se está haciendo insostenible, cuando cada dia somos mas esclavos de nuestras propias circunstancias; nos echamos las manos a la cabeza y vienen los lamentos.

Pero lo más irritante de todo esto es que siendo plenamente conscientes del poder que atesoramos entre la manos cuando agarramos un volante, somos incapaces de ponernos de acuerdo entre nosotros para dar paso a las soluciones. Preferimos dejarnos llevar por el pesimismo, o arrojar la toalla y darnos por rendidos antes de haber intentado, tan siquiera, luchar. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

Share on Facebook0Tweet about this on TwitterShare on Tumblr0Share on Google+0Email this to someone

Un mensaje en “FUEGOS ARTIFICIALES.

Cerrado a comentarios.