Desde casa y con las agujas del reloj en ese interminable y continuo tic tac, a tan solo 5 horas de volver de nuevo a la carretera para empezar otra semana en ese continuo y -necesario- ir y venir de un lado para otro de este pais nuestro tan cainita y a la vez tan maravilloso. De nuevo para salir desde la hermosa Navarra -mi segunda y adorada tierra- para Euskadi y acabar la jornada en Cantabria.

Vuelta otra vez a pelear una semana mas con esta maldita Ciclogenesis Explosiva que me tiene hasta los mismisimos, y que todo indica que va a continuar, tocando las narices, llevandose por delante todo aquello que encuentra a su paso, que no es nada bueno, destrozos, moviendo el trailer como si fuera un jueguete en manos de un niño travieso. En fin, espero y deseo que San Cristobal siga tendiendo su capote sobre todos aquellos que nos vemos obligados a salir a la carretera a ganarnos los garbanzos, tambien a los que no son profesionales del volante, pero que no les queda mas remedio que conducir en estos dias y noches en que lo que apetece de verdad es quedarse en casa mirando por la ventana como sopla este maldito viento.

Comienza una nueva semana laboral, con esa incertidumbre que tienen todas a su inicio, en la que tan solo sabes lo que haras hoy y mañana. Con la curiosidad y, a la vez la emocion, de no saber a ciencia cierta como terminara, donde te llevara el destino cargado de trabajo -y que nunca falte-. Una semana mas de volante, carretera, paradas y carreras contra el reloj incomodo de esos chic@s de la logistica que se piensan que en realidad conduces el coche de carreras de Fernando Alonso, un «jodeteuwe» como el suyo, un boeing 747, una locomotora del AVE o cualquier otro trasto, menos un camion. Porque ellos en realidad no saben lo que es un camion. Cuando van por la carretera con su turismo solo ven que adelantan unos vehiculos largos que les impiden correr mas cuando tienen que circular tras ellos, les maldicen, pero no saben que aquello es un camion. Que la persona que va al volante esta currando como un animal para que ellos tambien coman.

Son es@s a los que yo llamo Pepis y Manolitos. Los de la logistica del transporte -la mas ilogica de todas las logicas posibles-. Esos que ponen en la pantalla de su ordenador el mapa de España a tamaño reducido. Lo cubren con la extension de su mano abierta, cogen el telefono y le dicen al cliente: «En una hora y media esta alli el camion». Pero no se dan cuenta de que tienen el dedo gordo en Algeciras y el meñique en Paris, o mas lejos aun. Se limitan a comprometerse a llegadas imposibles tan solo por quedar bien. Pero desconocen la Normativa Europea de Transporte, la ley, que regula tiempos de conduccion y descanso. Sencillamente porque cuando les contratan no les exige nadie conocerla. Y claro ellos lo unico que quieren es ponerse medallas a pecho descubierto ante sus jefes. Da igual lo que hagas, porque aqui pase lo que pase en este trabajo, la culpa siempre es DEL CAMIONERO. Hasta si estornuda uno de ell@o, la culpa es nuestra. 

Pero eso si, si se mata un conductor, la culpa no es de ellos que te estuvieron tocando las narices todo el viaje por telefono. Eso no. En cambio todos acaban igual. Tapando su amargada conciencia con alcohol o sustancias mucho peores. Me consta y podria poner muchos ejemplos. En fin, paciencia.

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