Sentado en su despacho frente al ordenador Sebastian Zurdo no podia creer lo que estaba viendo en la pantalla. Alguien le habia robado seiscientos cincuenta mil euros de aquella cuenta de la que tan solo el conocia su existencia. No podia ser cierto, comprobaba una y otra vez los movimientos de la cuenta y siempre con el mismo resultado, ¿Como era posible?. ¿ De que le habia servido gastarse un dineral el tener el mejor sistema de seguridad informatica existente si ahora resultaba que un simple pirata informatico aburrido en su habitacion habia burlado el sistema aquella madrugada y tuvo la osadia de robarle su dinero?.
Aquello tenia que tratarse de un erro, no podia ser cierto. Pero por mas que revisaba la cuenta una y otra vez, siempre obtenia el mismo resultado, alguien habia transferido aquella cantidad de dinero desde su cuenta hasta una de la organizacion humanitaria Medicos Sin Fronteras. Pero lo peor de todo era que no podia ponerse en contacto con la organizacion y decirles que aquella transferencia no tenia valor, que se trataba de un error y menos decirles que un pirata informatico se habia saltado todos los controles del banco y le robo su dinero dandoselo a ello.
Si hacia eso al dia siguiente seria portada en todos los periodicos y en los informativos de todo el pais y el escandalo seria mayusculo y de consecuencias inclaculables. El mayor banco privado del pais es vulnerable a cualquier hacker y le roban su dinero, y menos, que se supiera que habia sido de una cuenta reservada. Eso provocaria que inmediatamente todas las sucursales del banco se llenaran de clientes reclamando su dinero, seria el fin del banco.
El que no perdia ocasion de alardear ante cualquiera se su banco habia sido el mejor calificado por los controles que el año anterior habia hecho la Union Europea y que provocaron que el Banco Europeo tuviera que inyectar una gran cantidad de dinero en la banca española para evitar su bancarrota. Pero su banco no necesito ningun rescate, fue el que paso el examen con la mejor nota.
Tendria que buscar por otros medios al culpable de aquel desfalco y pagaria muy cara su osadia, murmuraba entre dientes.