Tal y como se presenta el panorama financiero en Europa y viendo el resultado que las medidas de los «gurus» de la economia han obligado a aplicar al gobierno de Chipre a los sufridos ciudadanos de este pais, que seguramente no daran el resultado esperado y que obligaran a los chipriotas a vivir la mayor pesadilla de su historia, esta cada vez mas claro que tendremos que volver al colchon de la abuela.
Recuerdo de niño a mis abuelos que ante la inexistencia de bancos alla en su pequeño pueblo guardaban celosamente el dinero, nunca supe muy bien si en el colchon o en alguna otra estancia de la casa. Pero la abuela Efigenia siempre tenia dinero para darme para unos caramelos y el abuelo Angel siempre guardaba en sus bolsillos alguna moneda. Yo como inocente niño que era pensaba que ellos tenia el poder de fabricar aquellas maravillosas monedas de 10 centimos, las de 25 y los reales de 50 y las de peseta que me permitian comprar. Despues con el paso de los años descubri que ellos que vivieron la penuria de principios del siglo pasado, con aquella terrible guerra civil, los cambios de moneda de la Republica a la de Franco y demas desgracias, nunca habian creido en eso de que su dinero se lo guardara ningun banquero y no habia mejor politica economica que esconderlo convenientemente en casa. Ademas aquello permitia que nunca gastarian lo que no tenian, algo que despues nos ha pasado a los demas, inocentes como hemos sido al dejarnos convencer por las avariciosas promesas de la banca. Hemos hipotecado nuestro futuro y puede que tambien el de nuestros hijos convencidos de que eramos capaces de hacer frente a las deudas con el banco. Pero ahora esta maldita crisis nos ha devuelto a la cruda realidad, ya no estamos tan seguros, sentimos preocupacion y estamos profundamente defraudados por una clase politica que solo ha centrado sus objetivos en defender al gran capital.
Por eso ahora con esto del corralito chipriota, -que nadie dude que habra mas paises que le seguiran-, es el momento de volver a aplicar aquella solucion de mis abuelos. Nada mas recibir el ingreso de la nomina en la cuenta al banco a sacarlo, la pasta en casa y a la ventanilla de la sucursal solo con el dinero justo para pagar los recibos de la luz, el gas, agua y demas, y las grandes entitades que se la envainen y le reclamen a la Merkel soluciones que no tengamos que volver a pagar de nuestros bolsillos. La banca privada es un negocio privado ¿No?. Ellos no repartieron con nosotros ni un centimo de los beneficios que tenian en los años de bonanza, pues ahora que se metan sus deudas por donde les quepan y si no les entran que usen vaselina. Nosotros haremos nuestro propio corralito y los grandes «gurus» de la economia que se desgranen los sesos pensando soluciones de esas que ni ellos mismos entienden. Pienso.