Despues de la intervencion parlamentaria de hoy de Mariano Rajoy tengo la sensacion de que nada cambia y, como dice la cancion «la vida sigue igual». Sin sorpresas, negando lo que la gran mayoria de los españoles nos creemos, los famosos papeles de Barcenas. Dando unos cuantos golpes mas de pico para cavar su propia tumba politica en una huida hacia adelante de quien ya ha llegado al punto de creerse sus propias mentiras. Se ha olvidado de que esta en juego la decencia politica y su propia credibilidad, cada vez mas dañada. En la ultima encuesta de el diario El Pais un 56 por ciento de los españoles creia a Luis Barcenas y tan solo un 14 por ciento cree a Mariano Rajoy. Similar a la anterior era la publicada por El mundo. Asi que solo queda preguntarse ¿Para donde mira el presidente del gobierno?.
En lugar de aclarar todas las dudas, hacer un completo ejercicio de sinceridad saliendo al paso de todo aquello que le salpica gravemente, ha tomado el camino aparentemente mas facil de negar todo, atribuir a la prensa como unica culpable la inestabilidad politica, recurrir en alguna ocasion al tan manido «y tu mas», intentar convencernos de las bondades de su politica economica apuntando a unos brotes verdes en el horizonte que tan solo ve el y sembrando de mas dudas toda una desastrosa gestion de una crisis interna de partido que tiene la gravedad suficiente para que se tomen medidas drasticas.
No es tan solo ya la perdida de confianza en un gobierno dentro del propio pais, es tambien la bochornosa representaccion que hoy se ha plasmado en la comparecencia ante los inversores internacionales y ante los gobernantes extranjeros. Dando la impresion de que nos encontramos en una republica bananera en la que todo vale. Mariano Rajoy tiene un sentido de la politica y del gobierno muy particular, se arroja sobre si mismo el peso del Estado procalmandose como unico salvador de la patria, cuando el Estado somos todos los españoles. Ejerce una politica egocentrica y circular haciendo de la mayoria parlamentaria una mayoria absolutista, dando muestras de sobervia, de hipocresia y de cierta burla sobre los españoles. Si algo no le gusta, si una comunidad autonoma le planta cara reccurre al Tribunal Constitucional para que le de la razon, demostrando asi que tiene muy mal perder y cerrando las puestas a otro tipo de politicas que tambien pueden ser validas. Asi que nada cambia y Rajoy continua contra viento y marea en una postura que solo defiende el.