CARTA A UN OFICINISTA.

Aburrido oficinista: Tu que sentado delante de una mesa, en una oficina de cualquier empresa de logística y distribución, te limitas cumplir el trabajo que te encomiendan, pero que fuera de tu cometido, te permites la osadía de intentar dirigir mi vida y las de mis compañeros, por el simple hecho de considerarte por encima del bien y del mal, cuando en realidad no has visto en tu vida un camión, me permito en esta recordarte la importancia que podemos llegar a tener sobre ti y sobre el resto de los ciudadanos.
Puede que te consideres tan importante como para reírte, incluso de nuestro trabajo, de darle memos valor del que se merece, pero te equivocas. Nosotros somos los verdaderos responsables de que todo lo que te rodea en tu vida diaria este en su sitio. La comida que compras cada día, la ropa que te pones y que estaba en la tienda el día que la compraste, el combustible del coche que conduces cada día, y prácticamente todo lo que te rodea en tu vida diaria. Pero ademas, también somos los que nos vemos obligados a intentar recuperar el tiempo que tu pierdes cuando te entretienes con tus compañeros hablando mientras preparas la documentación del transporte que cargamos en tu empresa.

Es mas, somos las victimas directas de los incompetentes que se consideran los amos del cotarro, por el simple hecho de tener a su disposición todos los camiones que quieren, y de las personas que los conducimos. Nosotros nos limitamos a hacer nuestro trabajo,  pero en cambio tenemos que soportar a tontos del culo que se creen poco menos que Dios, cuando en realidad no serian nada ni nadie si algún día decidiéramos todos hacer una causa común en defensa de nuestros derechos. Esos supuestos amos a los que tu sirves, y que en muchas ocasiones tu, y otros como tu, contribuyen con su desprecio hacia nosotros, para que sean el objeto de nuestras quejas.

Planificáis viajes y recorridos desde vuestro único concepto de la carretera. Ese que no va mas allá de lo que se puede recorrer al volante de un turismo. Desconocéis la velocidad media de un camión cargado, pero en el caso de que la supierais, la ignoráis deliberadamente. Del mismo modo que trabajas en una empresa de logística y muestras la mayor de las ignorancias en lo que refiere a los tiempos de conducción y descanso, junto con las leyes que los regulan. Si alguna vez alguien te lo comenta, te limitas a contestar con un lacónico: «Ese no es mi problema». Te equivocas, es tu problema y mucho.

Pero para desgracia nuestra nos hemos vuelto tan sumisos que ya no hacemos nada por ponernos en el lugar que nos corresponde. Por hacernos valer e imponer la ley que nos regula, pero que, al mismo tiempo, nos protege. Que seria lo justo. Así cuando tu pasaras olímpicamente de nuestros problemas, veríamos la otra realidad. Esa que nos llevaría a no cumplir los horarios a los que tu jefe y tu os habíais comprometido. Entonces, cuando nosotros en el cumplimiento de la ley nos quedáramos a medio camino como consecuencia de vuestra falta de planificación; veríamos de quien era el problema en realidad.

Claro que eso seria lo ideal, lo justo, lo que deberíamos de hacer todos, pero  no se hace, porque vamos por el mundo de machitos, de colgarnos medallas a pecho descubierto, en lugar de hacernos valer y respetar. Luego en privado, en esas conversaciones-quejas de grupos, nos limitamos a contar batallitas. Pero no hacemos nada por cambiar. Somos títeres en manos de personas que desconocen la realidad del transporte día a día, que tienen una idea particular de esto. Los que como tu, se limitan a cumplir un horario de oficina y lo demás les importa una mierda. Incluso hasta nos tratáis con superioridad y desprecio.

Espero, a fuerza de ser optimista, que un día de la vuelta esta tortilla que se esta volviendo amarga. Que los que conducimos un camión seamos valorados y respetados como nos merecemos. Claro que para eso tendremos que ser nosotros los que luchemos por cambiar la situación actual. Mientras tanto me despido en esta carta con la esperanza de que puedas leerla, que al menos te sirva de reflexión y cambie tu actitud hacia nosotros los camioneros. Para mis compañeros, como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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4 mensajes en “CARTA A UN OFICINISTA.

  1. No es sólo que nos tratan como una mierda es que no tienen ni puta idea de lo que es el transporte en el ordenador se hace muy bien el viaje no cuentan que puedes encontrar un accidente un atasco un rebenton de una rueda porque como te pagan una mierda por el viaje no puedes poner ruedas buenas.pero eso no es lo peor a mi paso un caso en una empresa de transporte de Valencia hable con el gerente de la empresa sobre un «compañero » que los gendarmes lo estaban viendo todos los fines de semana en calas en el parquin del eurotunel borracho.drogado.dando una mala imagen tanto de la empresa como de los conductores no hicieron caso a mi cuando se me acabo el contrato me despidieron eso fue por el 2005 en el 2007/8 tuvo un accidente en Madrid se mató el y un amigo que iva herido pero claro como hera amigo de uno de la oficina pues no pasa nada.la empresa es NORBERT DESSTRESANGLE.antes NAVAMAR .sin otro particular buena ruta para todos aquellos

  2. Tienes toda la razon,pero se nos escapa una cosa muy
    importante ,mientras no seamos capaces de respetarnos
    nosotros mismos entre nosotros,en vez de jorobarnos entre nosotros mismos por no decir otra cosa.Como nos
    van a respetar los demas sea quien sea si nosotros no somos capaces de acerlo.Ese respeto que hubo alguna
    vez,somos nosotros mismos los que lo hemos hechado
    a perder.Bajo mi punto de vista.Un saludo compañero

    • Simplemente con que todos respetásemos la ley a rajatabla y que esta no tuviese las lagunas que tiene, sino que fuera mas clara y concisa. mucho se tendría ganado.
      El respeto hoy en día hay que ganárselo porque nos lo perdimos nosotros mismos hace mucho tiempo.

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