Señora ministra de Fomento: Soy plenamente consciente de que nunca leerá esta carta, principalmente porque ustedes los políticos viven en su nube particular, esa que les mantiene alejados del resto de los mortales a los que gobiernan. Pero a pesar de todo, yo como buen cazurro, no puedo por menos de intentarlo, y si como esta previsto, no la lee, al menos me servirá de desahogo. Que no va ser estar todo el día agarrado al volante sufriendo las consecuencias a las que usted y sus predecesores en el ministerio no han llevado a los camioneros. Si esos que vamos por las carreteras con nuestros camiones, entre otras cosas, para que usted tenga mañana su comida, la ropa que se comprara en la tienda, y así todo lo demás.

Porque no se si lo sabe, espero que si, pero absolutamente todo lo que gira en torno a su vida, tiene que ver, y mucho, con que haya un camionero agarrado al volante, pasando frío y calor, lluvia, nieve, viento y todo lo que le de la gana por hacer al tiempo. Ademas de perder horas de sueño, de estar con la familia, de ver crecer a los hijos a plazos. De pausas en casa para cambiar de ropa y poco mas. En fin todo aquello de lo que, ojala, fuera usted fuera mas consciente. Si, que bajara Esos que le cuentan películas que solo están en su mente y en sus intereses. Si señora ministra, que se mueven únicamente por sus intereses. Que le vendría muy bien conocer de la propia boca de los conductores asalariados y de los autónomos, esos que las pasan canutas para llegar a fin de mes y pagar sus deudas. Seria una buena acción política por su parte. Saber de propia mano todos y cada uno los problemas que nos afectan.

Porque, mire usted por donde, me llama poderosamente la atención que con la crisis que esta padeciendo el transporte, ese que usted ha dejado en manos de las grandes multinacionales de la logística, esos explotadores que nos manejan a su antojo, haciendo lo que les da absolutamente la gana sobre nuestras vidas. Me llama la atención, decía, que todavía no hayamos sido capaces de hacerle un huelga en toda regla. Pero tiempo al tiempo, que tiene mucho cabreo el personal, y mucha rabia contenida. Que se nos esta acabando la paciencia. Porque usted vive en ese mundo tan particular de tecnocrata que desconoce la realidad, mas allá de lo que le cuentan esos que le decía antes.

Veo con sorpresa que en los presupuestos de su ministerio para este año, de mas de 9.000 millones de euros, solo dedique usted 50 millones al transporte por carretera. La mayor parte de ese dinero para bonificar los peajes de los camiones en algunos tramos de autopistas. Pero ni un maldito euro para la jubilación anticipada de tantos y tantos compañeros que llevan mas de 40 años arrastrando sus cuerpos por las carreteras. Esos compañeros que tienen mas que merecida una jubilación. Pero claro, a usted eso de jubilación le suena a gloria. Esa gloria de la que hacen gala los políticos en este país. Cómodos retiros bien remunerados en algún consejo de administración de alguna gran empresa. Como, por ejemplo, el retiro de su predecesora Magdalena Alvarez, de 8.000 euros al mes, en lugar de estar en la cárcel por estafa, que seria lo justo.

Así que nada, señora ministra, siga usted allá en su nube particular, alejada de la realidad que tenemos que sufrir los camioneros, pero le aviso que algo se esta cociendo y tal vez cuando usted quiera apagar el fuego que se presiente, sea muy tarde ya. Que tenga usted buen día, y recuerde antes de meter la cuchara en el plato de su próxima comida, que detrás de la sopa que se comerá esta el trabajo de muchos camioneros. Para el resto ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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