Comentaba hoy mi amigo Joaquin Povedano en las redes sociales, y entre nosotros, -que somos ya camioneros mas cercanos a la jubilación- sobre la juventud de los que quieren empezar en esto; ademas de lo poco que se valora la edad y la experiencia a partir de los 40 años, hasta que llega el momento del merecido retiro. Esa sensación que producimos en los empresarios, entre confusa y desconfiada, precisamente por el tema de los años, pero olvidando muchas veces la experiencia acumulada.
No quiero con esto -Dios me libre- discriminar para nada a los jóvenes que empiezan, ni a los que están ya. Que no se me altere el personal. Que todos fuimos jóvenes algún día y también empezábamos a recorrer los primeros kilómetros al volante de un camión por esas carreteras del mundo. Pero uno no deja de sorprenderse, porque digo yo que, ni tanto ni tan calvo. Que aquí vamos de un extremo al otro a las primeras de cambio. No se quiere a los jóvenes que quieren dedicarse a esta profesión tan sacrificada, por mucho que lleven el camión y el gasóleo en las venas, si no tienen experiencia. Pero ¿Como la van a adquirir si nadie les da la oportunidad de trabajar? De ahí pasamos al extremo totalmente opuesto. No se quiere tampoco a los que tenemos mas de 40, pasamos de 50, o estamos próximos a la edad de jubilación, porque se nos considera demasiado mayores para este trabajo.
Las excusas son múltiples. Que si ya no podemos aguantar la marcha ni el ritmo que se exige hoy en día a un camionero. Que si no somos capaces de adaptarnos a las nuevas tecnologías, o simplemente, que ya nos las sabemos todas y es muy difícil darnos gato por liebre. Permitanme, señores empresarios, que dude y mucho de estas disculpas sin fundamento. Son simples excusas que suenan a cachondeo. Vamos a ver: ¿Que no aguantamos la marcha ni el ritmo? Mentira, tenemos el cuerpo ya adaptado a eso y mucho mas, conozco a mas de un compañero que le da sopas con honda a un joven. ¿Que no somos capaces de adaptarnos a las nuevas tecnologías? Mentira de nuevo, puede que alguno haya, pero también los hay entre los jóvenes que se pierden hasta en el salón de su casa, pero eso no significa que no seamos capaces de adaptarnos a las nuevas tecnologías. A mas de uno le enseñaba yo mas de un secreto informático. ¿Que nos las sabemos todas? Por supuesto, y lo que nos queda por aprender, pero seguimos teniendo, por encima de todo ese espíritu antiguo, de ser «De los de antes», nobles y caballeros en la ruta. Nos tomamos los disgustos con mucha mejor filosofía, y la experiencia nos sirve para encarar mucho mejor los problemas. Ademas la experiencia es algo que no se da en ninguna universidad, mas que en la de la vida y en el día a día. Forjada a base de años y años encima de un camión. Esa es la mejor licenciatura y vale por 300 masters de esos de pago.
A partir de aquí, se que ya se me habrán revelado un montón de jóvenes al leer esto. Calma ¡Por favor! No confundamos el culo con las temporas. Que nosotros, los viejos lobos de la carretera, somos los primeros que estamos a favor de la incorporación de la juventud al mundo del camión. Es mas, se de muchos que estarían encantados de llevar unos días a cualquier aspirante en la cabina para enseñarle y encaminarle con los mejores consejos para que comience su propia andadura en la profesión. Ademas somos partidarios de que los puestos que van dejando libres los compañeros cuando llegan a la mas que merecida jubilación, fueran ocupados por los jóvenes. En nosotros, siempre tendréis el apoyo y la experiencia a vuestra disposición, eso ni dudarlo tan siquiera.
Porque no hay que olvidar algo muy importante, siempre aquella persona que haya vivido mas años que nosotros nos podrá enseñar algo. Por supuesto saltara ahora el que diga que esto es palabrería barata. Que eso de que la experiencia es un grado es mentira. Que puede haber estado una persona 40 años al volante de un camión y ser un cenutrio desde el primer día. Que si que en este trabajo hay mucho ego mal administrado. Allá cada cual, no seré yo quien le contradiga, no hace falta. Ya se encargara el propio destino de hacerle cambiar de opinión.
Así pues, desde aquí reivindico la experiencia como algo muy importante, casi imprescindible, a la hora de contratar a un conductor. Del mismo modo que también pido públicamente que se de todas las oportunidades del mundo a los jóvenes que quieren ser camioneros. Pero eso si, a estos últimos un consejo. Para empezar en esto tiene que ser por amor puro y duro a este trabajo, nunca como una obligación para ganarse la vida. Porque el camión se ama y se odia al mismo tiempo. Si no se lleva en el corazón y por las venas corre gasóleo puro, tan solo sirve para envejecer mucho peor, trabajar permanentemente amargado y descargando esa frustración con el resto de compañeros y con el mundo. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.
Toda la razon del mundo, aunque a veces nos sintamos como si hubieramos empezado ayer, miras atras, rememoras mil y una anecdotas, mil y un sinsabores en la.ruta, mil y un sustos a bordo del camion, mil y un momentos de camaderia y de «buen rollo» y al final piensas en que si, que algo has aprendido y que algo podrias enseñar a los jóvenes de hoy para que ellos puedan sumar sus propias experiencias.
Hecho mucho en falta esos periodos de aprendizaje que la mayoria, en menor o mayor medida, tuvimos cuando empezamos en los camiones, alla por nuestra juventud, y que sin duda, ha sido un valor añadido a esta profesion hasta hace bien poco.
Y eso sin que sea obice para que la juventud tecnologica que nos ha de sustituir tambien pueda enseñarnos cosas, que lo bonito de la vida es que nunca dejamos de aprender.
Un saludo y buena ruta.
Mucho me gustaria a mi que uno de esos viejos lobos me llevara y me enseñara. Por que hasta ahora llevo escuchando buenas palabras pero nunca echos. Un saludo y buena ruta.