Cada día siento como en esta profesión se nos respeta cada vez menos, como a veces parecemos simples títeres a merced de los caprichos de todos aquellos que se consideran con el derecho de abusar de nosotros. Da igual que sean nuestros propios empresarios, las multinacionales de la logística, un amargado empleado, los cargadores, los descargadores, o cualquier vigilante que tiene el día cruzado. Hemos ido perdiendo poco a poco el respeto que teníamos hace años, tal vez también por nuestra propia culpa, pero así estamos.

Esta misma mañana ha ido el tonto de turno a despertarme mientras dormía, para decirme que tenía que entrar a descargar porque le hacía falta la mercancía, le he explicado que no podía mover el camión hasta que no terminara el descanso diario reglamentario, para el que aun faltaban dos horas. Total, que se se ha puesto en plan chulo, de «aquí mando yo y haces lo que yo diga», y me ha amenazado con no descargarme si no movía el camión.

Así que yo, que no tengo precisamente el mejor humor del mundo cuando me despiertan, le he contestado que el mandaría lo que quisiera y más en su empresa, pero en el camión mandaba yo, por lo tanto ya podía ir decidiendo lo que pensaba hacer, porque si no me descargaba me haría un gran favor, así ya no tendría que preocuparme de volver al cargar, me bastaba con terminar el descanso y volver con la mercancía al lugar de origen.

Se fue maldiciendo, jurando que iba a llamar a no se quien, que por sus coj…. yo entraría a descargar cuando el dijera. Yo me volví a tumbar en la cama convencido que no tardaría en sonar el teléfono con la llamada de mi jefe. Pero no, quien llamo fue la fabrica donde había cargado ayer. Después de explicarle la situación y dejar muy claro que no movería el camión hasta que terminara el descanso reglamentario mínimo de 9 horas, me pidió disculpas por la acritud de su cliente y me aseguró que no me preocupara, cuando acabara el descanso me descargaría.

Efectivamente así fue, el cliente estaba con un cabreo impresionante, pero no puso ningún problema para descargar cuando entre al muelle. Al recoger la documentación le dejé muy claro que no volviera a despertarme cuando viera el camión a la puerta, sencillamente porque hay días que despierto de peor humor aun y tal vez se podría encontrar con una sorpresa. Me respondió con una serie de disculpas y el problema quedo zanjado.

Así pues, tenemos que ser nosotros los que tenemos que volvernos a ganar ese respeto que hemos ido perdiendo con los años, porque de lo contrario acabaran, como ya ocurre, haciendo con nosotros lo que les da la gana a todos aquellos que viven de nuestro trabajo y que nos tratan con desprecio, como si fuéramos sus esclavos con los que pueden hacer lo que les da la gana. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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