Me llama poderosamente la atención que cuando escribo sobre los problemas del transporte y las soluciones que yo creo que son mas que necesarias para que de una vez por todas cambiemos esta situación, siempre salga alguien cuestionando todo, alegando impedimentos y poniendo trabas a algo que no deja de ser primordial si queremos realmente que todos nuestros sufrimientos comiencen a tener final. No se trata aquí, yo al menos no lo pretendo, de estar en posesión de la verdad absoluta -faltaría mas- simplemente lo único que me motiva, y que siempre he intentado, es despertar conciencias sobre una realidad que ahí esta y que nadie puede ignorar.

Los motivos de esta situación en la que nos encontramos todos los sabemos en mayor o menor medida, por lo tanto justo es decir, que también todos tenemos nuestra parte de culpa en la misma. Pero ese no es el problema, estamos como estamos y si continuamos así no sera mas que para empeorar cada día un poquito mas. De lo que se trata es de encontrar soluciones y de dar los pasos necesarios para llevarlas a cabo. Yo nunca he defendido los personalismos en esta tarea. Creo que es cuestión de personas, de encontrar puntos en común por medio de la unión y a partir de esos puntos comenzar a actuar. Como en todo, el transporte también es un rio revuelto -demasiado-, en el que no faltaran pescadores que intenten sacar provecho personal de la situación para volver a sentarse en sillones que ya ocupan otros y seguir actuando de la misma forma.

Pero no es de recibo que mientras unos intentamos dar pasos hacia la solución de nuestros problemas, haya otras personas que se dedican a poner zancadillas y palos en la rueda. Me gustaría saber la verdad de sus intenciones y que se esconde detrás de tantas pegas e impedimentos. Tal vez sea porque en luchas anteriores estuvieron al frente de algunos grupos y no consiguieron su objetivo de ocupar sillones a los que aspiraban para poder medrar a costa del resto. Por eso ahora que vuelve a estar el rio revuelto y oliendo la posibilidad de que algo se pueda estar moviendo en el transporte, aparezcan de nuevo para intentar otro asalto al poder.

Da la sensación de que su único objetivo es ese y no otro, les da igual de donde vengan las protestas, de que las puedan encabezar autónomos y asalariados, eso a ellos les importa poco. Lo único que pretenden es subirse al carro del oportunismo para volver a traicionar a los mismos que ya traicionaron en otras ocasiones, pero eso si, consiguiendo notoriedad y el cargo cómodo. Les da igual mezclar a unos y a otros en sus proclamas, por mucho que existan diferencias notables entre los mismos. Es tal su cacao mental que mezclan intereses que pueden ser comunes en determinados momentos, con otros puntuales e incompatibles.

Todo esto no es revanchismo hacia nadie, es simplemente una impresión que se va haciendo realidad a medida que van pasando los dias. Me sorprende que de pronto aparezcan personajes que estaban desaparecidos, tratando de abanderar una lucha con intenciones poco claras. Sin explicar sus verdaderos motivos y objetivos. Se hacen los sordos cuando se les pregunta por sus propuestas y se limitan a soltar proclamas previamente diseñadas, sin aclarar con argumentos convincentes cuales son sus objetivos. Ya vale de mirarse el obligo. De aplaudir a sectores como el de los ganaderos que están dando la batalla en calles y carreteras para defender sus intereses. Para a continuación no hacer nada para que el transporte tome medidas similares y levante la voz de un maldita vez. Aunque analizando detenidamente nuestro sector, es tal la atomizacion del mismo y la mezcla de intereses enfrentados, que, salvo en el caso de los conductores asalariados en que sus objetivos son comunes, el resto parece un jeroglífico imposible de entender. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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