Leo un artículo en la prensa que relata como en Estados Unidos se castiga a los conductores que sobrepasan los limites de alcohol en sangre. Además de la multa económica son sancionados a salir a las carreteras durante los fines de semana en turnos de 8 horas para limpiar las cunetas. Pero lo que mas me llama la atención de esta medida es que al mismo tiempo que cumplen la condena tienen que llevar puesto un chaleco reflectante con la frase: «Soy un conductor borracho» en letras grandes para que les puedan ver todos. Algo que sin ninguna duda contribuye a que los demás conductores cuando contemplen la presencia de estas personas se planteen seriamente consumir alcohol antes de ponerse al volante de un vehiculo.
En España ya estamos más o menos acostumbrados a las campañas de la Dirección General de Tráfico recordándonos con sus anuncios los diversos peligros de la carretera. Si aqui se aplicara también la misma medida que en Estados Unidos seguramente muchos conductores cambiarían de actitud antes de beber, Las sanciones que en nuestro país contemplan las multas económicas, la pérdida de puntos junto con penas de cárcel que casi nunca llegan a los dos años de condena, con lo cual el infractor, si carece de antecedentes, no terminara en prisión. En cambio la posibilidad de ser vistos por todos sus vecinos, familiares y amigos portando el chaleco con la frase, con la consiguiente vergüenza, seguramente seria mucho mas eficaz que las medidas actuales.
Lo mismo se podría aplicar con otras infracciones como por ejemplo el exceso de velocidad. Para un trabajador normal una multa de 300 euros puede suponer mucho dinero para su economía, pero para alguien que conduce un vehiculo de alta gama, que vaya a una reunión en la que pueda ganar miles de euros seguramente no supone lo mismo. En cambio si esa persona es sancionada a pasar varios fines de semana limpiando las cunetas de las carretera, o barriendo las calles de su barrio, tal vez se lo pensaría dos veces antes de cometer la infracción.
Este tipo de medidas no distingue entre ricos y pobres ya que, además de afectar al bolsillo, lo hace también a la dignidad personal de cada conductor. Desde que este tipo de sanciones se aplica en los Estados Unidos ha bajado lo índices de siniestros en un país que concentra el mayor número de accidentes de tráfico provocado por el consumo de alcohol. No se trata de un simple castigo que recuerde a aquellos de los niños del colegio de ponerse de cara a la pared con los brazos extendidos como puede parecer a simple vista. Es una medida que busca la eficacia ante el fracaso de otras que en su día se aplicaban muy parecidas a las españolas.
No estaría nada mal que se copiaran ejemplos como este, tan acostumbrados como nos tienen hasta ahora de copiar solo lo malo y olvidarse de lo positivo de otros. Seguramente habra quien no este de acuerdo, pero todos somos más o menos conscientes del peligro que suponen conductores borrachos para el resto de las personas . ¡¡¡BUENA RUTA!!!.