Suele decirse que «un mal dia lo tiene cualquiera», pero en mi caso lo normal es que sea una semana mala o, como en este caso casi dos. Se conjuran el destino, el azar, meigas o brujas, «Pepis y Manolitos» o quien quiera que se encargue de que una cadena de acontecimientos te compliquen la vida durante unos dias, es como una maldicion que me persigue durante toda mi vida, no puedo evitarlo, asi que de vez en cuando una semana mala o muy mala.
Se complica la salud de una persona a la que amas y la mente se bloquea, las ideas desaparecen y la mente es una constante ebullicion de pensamientos negativos que se mezcla con otros que tratan de ser positivos, diciendote a ti mismo que no hay porque ponerse en lo malo, que todo se va a solucionar y quedara en un susto, que aparecera la luz al final de ese tunel que en tu mente se vuelve negro y al final centras todas tus esperanzas en los avances de la medicina y en una racha de buena suerte, porque al fin y al cabo tiene que cambiar.
Se concatenan los acontecimientos para que ademas se junten con la desdicha los avatares del trabajo para que todo se complique aun mas. Quienes deberian hacerte la vida laboral mas facil parecen ponerse de acuerdo para llenarte el camino de obstaculos que deberian ser facilmente salvables si en realidad hicieran su trabajo con un poco de logica. Pero ya como ya he escrito en otras ocasiones, la logistica del transporte es la mas ilogica de todas las logicas una vez mas, para que cambiar. Hacen planes a tus espaldas imaginandose viajes y recorridos con horarios imposibles que solo estan en su mente, esa que planifica como si llevaras el Ferrari de Alonso, ¿Cuando se enteraran de que en realidad conduces un camion?. La consecuencia de su falta de profesionalidad la termina pagando siempre el mismo, el inocente camionero, ya se sabe que nosotros siempre somos los culpables de todo lo malo que ocurra, tambien de las decisiones que no participamos pero, eso si, las medallas que tu consigues con el esfuerzo esas son siempre para ellos.
Total que unas cosas se juntan con otras en esa amalgama que termian por convertir los dias buenos y regulares en malos o muy malos. No es ninguna disculpa para no escribir en este blog, es simplemente la realidad. Desgraciadamente todos los dias no esta el cerebro en condiciones para esa conexion que se produce entre el y el teclado del ordenador. Asi que no queda mas remedio que esperar a que termine de una maldita vez esta semana mala.