Por su particular situación personal escribir su nombre y apellidos, le podría causar problemas, pero si cuento con su consentimiento para poner su nombre. Se llama Jesús. Le conozco desde que tengo uso de razón, entre otras cosas porque nacimos en el mismo pueblo. Le vi ser un niño inquieto y revoltoso, siempre haciendo algo, generalmente trastadas, que en los pueblos, cuando no llegan a causar males mayores, provocan risa sana, y reprimendas por parte de los padres. Lo que en León denominamos «Cosas de críos».
Aun le recuerdo con aquella bicicleta a la que le puso un volante. Si, como suena, y no veáis como pedaleaba Jesús. Para llevar a cabo todas esas ideas que se le ocurrían, lo tenia fácil. Su padre tenia un taller de forja, lo que se conocía como «El herrero», pero no porque se dedicara a poner herraduras a las caballerías. Jesús era y es único. Siempre de buen humor, grande, no solo de estatura, también como persona, con un corazón que no le cabe en el pecho. Pero Jesús, no se conformaba solo con tener ideas. Su ilusión desde niño era ser camionero. Algo que me recuerda a mi mismo, porque teníamos el mismo sueño profesional.
El destino nos llevo a los dos a conseguirlo, no sin poner el necesario empeño en ello. Yo aun sigo al volante. Jesús esta atravesando una situación personal complicada, no en lo familiar, que le veo feliz, siempre con ese humor único que le caracteriza. Sino por la maldita salud. El consiguió un empleo de esos que muchos soñamos. Cerca de casa y de los suyos, con esa familia que formo con la mujer que ama. Pero el destino cruel, la salud que no controlamos, le ha apartado, de momento, temporalmente de la carretera. Así lleva ya varios meses. De consultas medicas, de baja por enfermedad. Pero aparentemente con buena salud.
Pero la enfermedad que le han detectado le ha hundido. Sobre todo cuando le han dicho que le impide conducir. Que puede realizar otros trabajos. Eso con poco mas de 30 años es muy duro de aceptar. Sobre todo para alguien como el que sueña cada día, y a cada instante, con estar sentado al volante de un camión. Que es lo que ama, la profesión que eligió. He visto su cara cuando mira a la carretera y pasa algún compañero con su tayler. Le he visto el dolor y la pena en los ojos. Por mucho que lo disimule con una sonrisa de las suyas. Que suelte uno de sus comentarios que provocan risa en el resto de los que le acompañan.
Jesús quería ser camionero, cumplió su sueño, pero ahora no puede llevarlo hasta el final. Se, y me consta, que es un buen profesional del volante, el sabe que no es peloteo de amigo. Ahora le apoyamos entre todos, le damos ánimos. Incluso estamos liados intentando organizar una fiesta para Agosto que esperamos sea un éxito. Pero el no puede llevar acabo su ansiado sueño. Le quedan otros por cumplir. En uno coincidimos los dos. Ese de dedicarnos algún día a la restauración de motos, coches, furgonetas y camiones antiguos. Todo se andará.
Este articulo es algo que llevaba rumiando desde hace tiempo, espero que me perdone si en algo fui indiscreto. Pero Jesús se merece este y muchos mas. Porque a pesar de su situación personal, esa que el solo sabe en su interior. Siempre esta con su sonrisa permanente, con sus bromas, ese cachondeo único de quien no se corta un pelo en decir lo que piensa con una sonrisa, y allá cada cual como se lo tome. Siempre bien, porque Jesús es como ese hermano pequeño, trasto, inquieto y revoltoso. Un niño grande que ¡Ojala no cambie nunca!. Así que espero que su moral no decaiga nunca, pero si así fuera, aquí estamos sus amigos para levantarsela las veces que haga falta. ¡Animo Jesús, que tu vales mucho y lo sabes!. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!.
es el mismo caso que el mio, no poder coger un volante por esas carreteras de dios, tengo un clavo clavado cundo veo pasar algun camion y me lo quedo mirando con la añoranza que nunca podre cogerlo otra vez, despues de treinta y cinco años, a pesar de todas las rabietas y cabreos de muchas ocasiones casi ni me acuerdo. siempre pienso en todos los momentos buenos que me pase encima de las doce ruedas, ese sentimiento que tiene uno cuando hace lo que quiere y encima te pagan. me da mucha rabia el monton de pisa pedales que andan por las carreteras y lo poco compañeros que son. nada igual que antaño donde unos eramos solidarios en cualquier problema en la carretera sin tener tanta prisa como ahora que te giran la cabeza cuando pasan a tu lado. a tu amigo jesus lo entiendo de buna mano y haceis bien en darle animos que seguro que se lo merece, pues es un autentico trucker como se dice en ingles.gracias camionero leones por estos pequeños relatos que nos escribes. buna ruta
No es más que una parada, un poco larga. Volveremos a cruzarnos con él en su camión, aquél que ves venir a lo lejos y ya te está dando largas porque te ha conocido desde la lejanía. Toseandará